En apenas algo más de un año, el Servicio Departamental de Deportes (Sedede) de La Paz, dependiente de la Gobernación del Departamento, ha dado pasos gigantes en favor del deporte paceño y nacional.
Dejó de ser una entidad adormecida y pasó a generar una actividad plasmada en obras que ya parecían irrealizables, una de ellas la ‘resurrección’ del Hotel Deportivo, una infraestructura abandonada por más de 20 años y que ahora está al servicio de la sociedad.
La administración del deporte paceño ha dado grandes saltos en poco tiempo y se lo debe a Fernando Trino, quien asumió como director del Sedede el 20 de agosto de 2019. Una persona conocedora de la actividad deportiva y de sus necesidades que puso al servicio del deporte sus conocimientos y sus proyectos.
Bajo su mando el estadio Hernando Siles ha sido refaccionado y modernizado. “No tiene nada que envidiar a otros escenarios”.
Lo mejor ha sido la recuperación del Hotel Deportivo de Alto Obrajes, que con los años se fue destrozando. Una inversión importante en esta gestión ha logrado ponerlo en pie, incluso al servicio de la salud en tiempos de pandemia.
Hubo mejoras en la piscina y el coliseo de Alto Obrajes, además del Julio Borelli Vitterito.
El Sedede, además, retomó algo importante: el contacto con las disciplinas deportivas del departamento y con los deportistas, extendiéndoles un apoyo en la medida que los pocos recursos aún lo permiten.
La gestión de Trino terminará el 3 de mayo, día en que será posesionado el nuevo Gobernador del Departamento. Lo único que la autoridad espera es “que las obras continúen”.
¿Cómo encontró el Sedede en 2019?
En honor a la verdad y no por echar tierra a mis antecesores, hubo descuidos. No se trabajó en reparar toda la infraestructura que teníamos y por ello primero nos tuvimos que dedicar a ello, como también a ordenar lo que son las asociaciones deportivas, porque había muchos problemas.
¿Qué obras impulsó?
En cuestión de infraestructura del estadio Hernando Siles arreglamos primero la banca de suplentes porque se las debía ampliar y modernizar.
El campo de juego no lo teníamos en buen estado, hicimos una nivelación y contratamos una empresa de Santa Cruz, ahí debo agradecer al profesor Mauricio Soria (entonces DT de The Strongest), quien nos supo orientar con ese tema.
Hicimos una buena nivelación, hemos trabajado en todo lo que es el drenaje y por ello el campo de juego, pese al trajín de la última etapa, ha rendido en muy buenas condiciones y para este año calculo que la cancha podrá soportar 55 partidos.
No hay que olvidarnos que ahora tenemos 16 equipos de la División Profesional y tres de ellos nos representarán en la Copa Libertadores de América, tenemos los partidos de la selección y también consideramos sus entrenamientos, entonces para todo ello el campo estará bien.
Luego hemos trabajado en la sala antidoping, se hicieron dos cuartos para el control, uno para el visitante y otro para el local, que están totalmente modernizados.
Hemos construido 12 nuevas cabinas y debo agradecer a la UTB (Universidad Tecnológica Boliviana) que nos ha cooperado con eso, ya que teníamos gente de prensa haciendo transmisiones desde lugares que no correspondían.
El estadio tampoco contaba con fibra óptica y actualmente ya la tiene, tenemos internet de alta velocidad y debo agradecer el intercambio que hicimos con la empresa Cairo, que nos dota con 200 megas de velocidad, era inaudito que un estadio de esta magnitud no tuviera fibra óptica. Ellos también nos brindaron la desinfección de los escenarios.
Hemos reparado y acondicionado los camerinos que no se estaban usando hace muchísimos años, ya tenemos habilitados los cuatro vestidores y el Siles podrá tener dobles jornadas como en el pasado.
Esos ambientes los hemos modernizado con la empresa The Games a través de un convenio con todos los requerimientos.
Estamos en plena construcción de la sala VIP, que tampoco tenía el estadio, y eso no se puede concebir, es decir que no haya una sala de esa naturaleza porque a veces vienen visitantes ilustres y no hay donde recibirlos.
Estamos terminando la sala de prensa, que tampoco reunía las condiciones necesarias y ahora se puede decir que es un lujo.
Los túneles se han ambientado adecuadamente porque tuvimos ilustres visitantes en este estadio como Pelé, (Diego) Maradona, (Lionel) Messi, (Carlos) Valderrama, (René) Higuita, muchas figuras de nivel mundial y las nuestras como (Marco) Etcheverry, (Milton) Melgar, (Carlos) Borja.
¿Todo esto coloca al Siles como un escenario de alto perfil?
Así es. Como me decía gente que viajaba a otros escenarios deportivos y el propio seleccionador César Farías, ya no tenemos nada que envidiar a otros escenarios de Sudamérica porque les brindamos todas las comodidades según sus necesidades. Desde un televisor que se requería en la sala de doping y los camerinos. También pusimos una Chakana para que identifique al estadio y debo agradecer (al artista Roberto) Mamani Mamani por colaborarnos con aquello.
Igualmente está la iluminación LED, de la cual recién terminamos de hacer la focalización correspondiente. La Conmebol exige 1.200 lux (medición de luz) y nosotros tenemos 1.300; luego está la megafonía, que es totalmente moderna y es independiente en cada sector del estadio, es decir, si en las graderías la gente escucha una cosa, en los vestidores oyen otra.
El presupuesto que se tiene en el Sedede no alcanza para muchas cosas, pero eso no fue un óbice para nosotros, ya que como mencioné buscamos alianzas estratégicas con empresas a través de intercambio de servicios.
Un aspecto importante a resaltar es que el Siles tiene una sala VOR (para el VAR) que no se ve en otros escenarios… Debía ser un lugar con ciertas dimensiones y condiciones. Lo que hicimos fue trabajar en ello y adecuar exactamente como se requería. Quiero agradecer al profesor (Juan Carlos) Lugones, quien nos ha orientado en cada uno de los detalles porque debe haber tomas de corriente, enchufe de internet, un sinfín de cosas en un lugar en específico, además de las dimensiones.
La Clínica Alemana trabajó en los túneles aparte de dotarnos de cuatro desfibriladores de alta modernidad. Uno lo tenemos a la salida del túnel, dos en las curvas y el restante en los palcos.
Particularmente tengo que agradecer al Gobernador (Félix Patzi), quien nos ha colaborado para pagar nuestros servicios básicos como agua, luz y gas.
¿Y los otros escenarios?
Hemos recuperado el Hotel Deportivo, que estuvo abandonado como unos 22 años. Lo hemos ambientado, reparado y equipado.
En estos momentos está cumpliendo una función de ayudar a la gente que tiene problemas debido a la pandemia.
En el tiempo de la pandemia rígida hicimos un centro de acogida en el coliseo de Alto Obrajes para gente con necesidad de calle. Les brindamos alimentación, medicación, nuestros médicos los atendían, les dimos terapia ocupacional. Los hemos acogido durante cuatro meses, todo cubierto por auspiciadores, gracias a Delizia, Coca Cola, La Princesa que nos traían muchas cosas, al Rotary Club de la zona Sur que nos dio un horno para que los chicos se cocinen.
La Clínica del Deporte la abrimos para hacer las pruebas rápidas, las PCR y ahora las antígeno nasal. Está abierto para nuestros deportistas, periodistas deportivos, asambleístas, los policías y médicos.
También se hicieron trabajos en la piscina (de Alto Obrajes), se debía hacer una reparación de los calderos porque lamentablemente el agua no estaba calentando, las rejillas de alrededor las cambiamos, antes eran de metal y ahora son de madera especial. También pusimos las carrileras, se pintó el reducto y se le dio una modernidad.
En el coliseo Julio Borelli también colocamos iluminación LED, porque la anterior era paupérrima, e hicimos arreglos en sus vestidores. En los próximos días tendrá fibra óptica.
¿Cuánto fue la inversión que hizo el Sedede para cubrir todo esto?
Con lo del año pasado fácilmente llegamos a unos tres millones y medio de bolivianos, al margen del intercambio de servicios que conseguimos y con ello fácilmente llegaríamos a unos cuatro millones.
Lo que queda pendiente es la nueva pantalla LED, que hicimos un convenio con Innovagol, además de la malla que será cambiada por vidrio templado. Todo eso sobrepasa fácilmente los dos millones de bolivianos. Con todo ello hablaríamos de unos seis millones.
Su gestión está por terminar y me imagino que su deseo es que se cuiden y mantengan todas estas obras…
Sí. El legado que vamos a dejar a la nueva administración que va a venir es que continúe con estas obras para que podamos seguir avanzando, porque debemos seguir modernizando todos nuestros escenarios.
Me quedó como tarea pendiente todo lo que es Alto Irpavi. Lamentablemente no pudimos hacer mucho allá, al igual que en el coliseo de Villa Victoria.
Lo que tenemos en pie es la firma de un convenio con el Comité Olímpico Boliviano, de un millón de dólares, para hacer un completo complejo en Alto Obrajes, donde tenemos el hotel, piscina y un coliseo, ojalá que nos alcance para aquello.
Pero el legado va a ser que quien venga pueda continuar todo aquello. Hemos demostrado que con poco se puede hacer mucho, porque nos ha tocado un año muy duro por la pandemia y ni siquiera pudimos recaudar ingresos propios.
¿Y los deportistas?
Al margen de dar deportivos a nuestros atletas les ayudamos con la motivación en el sentido de que a los chicos que ganaron la medalla de oro en los Juegos Estudiantiles les dimos una beca completa universitaria. Hay chicos de Ixiamas, Achacachi y gracias a la UTB y al Ingeniero (Fernando) Costas (presidente de la Federación Boliviana de Fútbol) hemos entregado 16 becas y así vamos motivándolos.
Nos sentimos felices porque los papás se dan cuenta de que la inversión que hicieron con sus hijos en sus entrenamientos ha asegurado una carrera universitaria.
¿Cómo se siente por todo lo hecho?
Todavía insatisfecho. Queremos seguir haciendo más cosas. ¿Qué nos motiva a esto?, es importante decirlo: a nosotros nos ha tocado estar del otro lado, pues cuando fui entrenador (de atletismo) y tenía mis deportistas fui una persona muy exigente con las autoridades, por eso cuando me tocó estar en el Viceministerio (de Deportes) y ahora aquí he sido también exigente con nosotros mismos, eso me motiva para servir al deporte y a la sociedad.