El lateral izquierdo de Bolívar Roberto Carlos Fernández tuvo una destacada actuación ante Nacional Potosí, entre otras jugadas protagonizó directamente la del segundo gol celeste y, en un momento especial familiar, lo celebró colocándose la máscara del hombre araña, una dedicatoria para su pequeño hijo.
Recortado por la banda izquierda, que es su mejor perfil, Fernández siempre estuvo incisivo y veloz para llegar hasta el fondo y llevó continuamente peligro al área potosina.
Un desborde suyo provocó el 2 a 0, lanzó la pelota hacia el segundo palo, pero en el camino Marcos Andia se cruzó y, en vez de rechazarla, la metió a su portería.
Fernández sacó una máscara del hombre araña, se la puso y celebró.
Hace unos días publicó un mensaje en las redes sociales dando cuenta de su preocupación por el estado de salud de su pequeño hijo. Puso un par de fotos con él niño en sus brazos: “Semanas difíciles de mucho dolor e incertidumbre como papás. Deseando que nadie nunca pase por estos momentos y en medio de todo el dolor viendo lo bendecidos que somos. Admiro la fortaleza de mi hombre araña que después de la cirugía estuvo siempre al 100%. Gracias a todos los que nos escribieron dándonos palabras de aliento”.
Todo apunta que lo peor ya ha pasado. Fernández no descuidó su lado profesional y tanto en el clásico como frente a Nacional tuvo un buen rendimiento.
Este sábado, en la última jugada de la primera parte hizo estrellar la pelota en el travesaño, la misma picó afuera, de lo contrario habría sido un golazo.
Jugó hasta los 70 minutos, luego dio espacio a la entrada de Sebastián Reyes.