El presidente de Wilstermann, Grover Vargas, logró convencer a los jugadores de que no ingresen en paro, como habían previsto, y seguir negociando el pago de salarios sin medidas de presión.
Después de la victoria del viernes sobre Real Potosí hubo futbolistas que expresaron su molestia por el incumplimiento de la dirigencia. Llegaron a mencionar que el retraso ya es de cinco meses.
“Hablé con ellos y les dije que hoy no pueden pedir solución solo a la dirigencia, sino que debemos encontrarla todos. Fui con la verdad y entendieron. Espero que juntos encontremos una directriz que ponga feliz a los jugadores y a nuestra hinchada. No pueden parar porque se rompería algo que hemos creado, luchado y cuidado”, enfatizó Vargas.
Admitió que el club debe los sueldos de abril, mayo y junio y un porcentaje de un mes del año pasado.
Vargas no confirmó ni negó que una posible solución sea la rebaja salarial. “Cualquier salida se manejará de manera saludable entre ellos y nosotros”, concluyó.