El clásico tuvo otros jugadores con rendimiento alto y uno de ellos fue el atigrado Diego Wayar, quien dio batalla en el mediocampo para contener la generación de jugadas de Bolívar.
Trabajo silencioso del volante tarijeño, en varias acciones hizo lectura correcta de los intentos del celeste para anticiparse y cortarlos.
En la primera parte contó con el apoyo de Raúl Castro y en la segunda encontró en Wálter Veizaga al mejor socio para hacer los cortes y de inmediato apoyar al ataque.
El Tigre apeló mucho al juego por los laterales y fue más punzante por la izquierda, con las incursiones de José Sagredo, quien desde la reanudación del torneo tiene más actividad y va mostrando sus cualidades.
La Academia también tuvo lo suyo en el partido y para destacar están Marcos Riquelme, quien aprovechó un momento de descuido en el área para sorprender y anotar de cabeza –como mejor sabe– el transitorio empate.
Fidencio Oviedo también tuvo una buena actuación. Su acción más destacada fue su sorpresiva aparición para evitar el tiro de Barbosa que iba a ser la segunda conquista del Tigre. La pelota rebotó en su pecho, mientras los atigrados reclamaban penal.
Juan Carlos Arce y Erwin Saavedra de nuevo sobresalieron sobre el resto, uno como el caudillo y autor del preciso centro para la igualdad 1-1 y el volante con una cuota en ofensiva siempre importante. Se notó su molestia cuando fue reemplazado y el equipo también se resintió.
Foto: Marka Registrada