Vladimir Soria y Marcos Ferrufino se conocieron gracias al fútbol y no solo compartieron vestuario y cancha en Bolívar durante años, sino que fueron amigos inseparables.
“Es uno de los días más tristes de mi vida. Se fue un amigo, mi hermano del alma”, dijo Soria, llorando el fallecimiento de Ferrufino por COVID-19.
Fueron pocas las palabras que el hoy técnico interino de Bolívar pudo expresar en contacto con PREMIUM.
“Es uno de los días más tristes de mi vida. Se fue un amigo y hermano del alma, con él viví muchos momentos juntos (se traba y derrama lágrimas)”.
Luego respira profundamente, se disculpa por la emoción del momento y sigue: “Estoy muy triste porque con Fierro hemos vivido muchas cosas en Bolívar, en la selección. Más allá del fútbol éramos grandes amigos. Siempre nos veíamos y por ello me siento muy dolido”.
Forjaron su amistad en la Academia a partir de mediados de los años 80. Con el pasar del tiempo se volvieron muy unidos e incluso trabajaron juntos.
“En Bolívar estuvimos muchos años. Llegamos juntos en 1985, vivíamos en el mismo edificio en San Pedro, concentrábamos siempre juntos en la habitación”, rememora.
“Fue mi ayudante de campo en Bolívar y San José, después él se quedó ahí. Es una noticia muy dura, muy triste. No tengo palabras realmente. Me siento muy afectado por la partida de Marcos. Lo único que me queda decir es que Dios lo guarde en su reino y mucha paz y mis sentidos pésame a toda su familia».
Tras separar sus caminos para seguir en la profesión de entrenadores, nunca dejaron de estar en contacto.
“Hace unos días hablé con él. Estaba mal, pero había la fe de que saliera adelante. Lastimosamente este virus es muy sorpresivo”.
Soria concluye: “perdimos a un gran exjugador, gran entrenador y gran persona, porque siempre fue amable y buen amigo».