Unas 22 personas heridas graves, al menos dos de ellas con riesgo vital, reportan los primeros informes oficiales debido a violentos enfrentamientos registrados en el estadio La Corregidora de México, donde se enfrentaron hinchas del Querétaro y del Atlas.
“Derivado de los hechos registrados la tarde de este sábado en el estadio Corregidora, la CEPC informa que hasta el momento no se tiene reporte de personas fallecidas, 22 personas lesionadas, 9 de ellos trasladados al Hospital General y de estos, dos de ellos de gravedad”, según la Coordinación de Protección Civil del Estado de Querétaro.
Varios medios de comunicación mexicanos y otros del exterior exhibieron videos de terribles escenas de agresiones dentro del estadio, incluso de personas tendidas en el piso y aparentemente muertas. En Twitter y Facebook, hubo gente que se mostró incrédula ante los informes oficiales.
El partido correspondiente a la novena jornada del torneo Clausura tuvo que ser suspendido. La Policía y las autoridades mexicanas solo adelantaron que hasta el momento no hay personas fallecidas.
En una transmisión en vivo, el diario Milenio de México informó que “a esta hora (23.40 de Bolivia) no hay reportes de muertos. Las ambulancias transportaron heridos, algunos graves, y los hospitales recibieron personas heridas, no muertas”.
En cambio, otras informaciones no oficiales reportaron unas 17 personas fallecidas debido a los fuertes enfrentamientos.
A los 15 minutos del segundo tiempo y cuando Atlas ganaba 1 a 0, estalló en las tribunas una pelea entre fanáticos, que generó la invasión del campo por parte del público que intentaba escapar.
“En medio de los enfrentamientos se hallaban cientos de hinchas que no protagonizaban la pelea y que entraron a la cancha cuando los encargados de seguridad abrieron las rampas de acceso desde la tribuna. Escenas lamentables: madres con chicos que fueron a ver un partido de fútbol, asustados, huyeron como pudieron de la violencia. Algunos, para evitar alguna agresión, se sacaron las camisetas de sus equipos”, informó el diario argentino Olé.
Las fuerzas de seguridad, según el periódico Récord, resultaron “desbordadas por los hechos y optaron por hacer saltar a los aficionados al campo de juego, a manera de protección”.
Algunos hinchas que entraron al campo “siguieron con la violencia sobre el césped, buscando golpear a sus rivales”, según apuntó la publicación.
Incluso, un grupo de barras de Querétaro entró con navajas en mano “y procedió a llevarse las redes de ambos arcos, a manera de trofeo de guerra”.
Mientras los futbolistas del equipo visitante se refugiaron en los vestuarios al igual que algunos de sus rivales, otros jugadores de Querétaro se quedaron para pedir calma a los desaforados hinchas.
La cabina del VAR fue destruida por la gente que provocó los disturbios.