Bolivia fue una selección sin fútbol y sin alma, en realidad, sin nada, la peor en casa en mucho tiempo, y fue una presa fácil de la campeona del mundo Argentina, que sin Lionel Messi y sin hacer gran cosa, solo lo suficiente, le ganó (0-3) este martes en el estadio Hernando Siles de La Paz, por la jornada 2 de las eliminatorias para el Mundial 2026.
Argentina sorprendió un poco con su juego bien estructurado, no se sintió visitante en ningún momento ni siquiera por la altitud de la que suelen quejarse los equipos que vienen de afuera, hasta presión alta hizo en algún momento y, sin exigirse demasiado, le alcanzó y sobró para vencer con comodidad en una plaza que se pensaba que podía ser un poco más difícil.
Lo triste fue que Bolivia no hizo nada. Ni siquiera ante la superioridad futbolística surgió una mejor actitud de su parte; por el contrario, se mostró como una selección sin ganas ni ilusión, por supuesto sin capacidad futbolística y exhibiendo una cara muy triste como hace mucho no se veía en casa, donde al menos daba pelea.
Fue la segunda derrota consecutiva de la Verde en este premundial. A la goleada sufrida en Belén ante Brasil (5-1) se sumó la caída contra Argentina.
¡Qué pobreza!
Imprecisión por doquier, graves problemas defensivos, desajustes en el centro del campo y nada de verticalidad para ir al frente. Todo eso fue Bolivia. Fue sumamente pobre.
La defensa era un manojo de nervios y una invitación a ser atacada. Hasta tenía problemas para jugar el balón. Los errores atrás de Adrián Jusino empezaron a desequilibrar todo.
En principio, Guillermo Viscarra atajó la pelota dos veces ante llegadas peligrosas de los argentinos. La visita se dio cuenta de que no había nada de qué preocuparse atrás y por eso fue al frente.
Como Bolivia no tenía la pelota en el medio, menos se podía esperar que hiciera algo arriba.
Llegó, entonces, lo inevitable. Argentina liquidó ya en el primer tiempo con los goles de Enzo Fernández a los 31 minutos y de Tagliafico, de cabeza, a los 42’.
Entre una y otra conquistas, la Verde se quedó con uno menos por la expulsión, con roja directa, de Roberto Carlos Fernández por una torpe falta a los 36 minutos.
Todo fue desorientación
Gustavo Costas la pasó igual mal. El DT quiso solucionar los problemas desde temprano y no le salieron las cosas. Su primer cambio a los 25 minutos, dando entrada a Moisés Villarroel en vez de Gabriel Villamil no lo entendió nadie, ni los propios jugadores.
En el segundo tiempo mandó a la cancha otras variantes, aunque sin ningún resultado positivo. Bolivia estaba desorientada desde antes, adentro y afuera del terreno de juego, y nunca pudo recuperarse. Con los movimientos se desordenó peor.
Viscarra evitó el tercer tanto en las veces, unas tres, que Argentina lo buscó. Tapó ante De Paul, Álvarez y también agarró bien un remate de Ángel Di María.
Ya no pudo hacerlo a los 83’, cuando sus compañeros en salida perdieron la pelota de manera increíble, entonces el balón le quedó a Nicolás González y su fuerte disparo fue al fondo de la red.
La Verde no tuvo estilo de juego, no existió una columna vertebral, no se notó trabajo de equipo y, para colmo, las individualidades que en algún momento se esperaba que aparecieran para arreglar en algo el tan triste panorama, estuvieron completamente ausentes. Bolivia no existió.