El martes 13 de mayo Bolívar informó que Ramiro Vaca había sido suspendido preventivamente por haber dado positivo en un control antidopaje de la Copa Libertadores de América. Este viernes se cumple un mes de su ausencia en las canchas, a la espera de que la Conmebol entregue el fallo final.
En ese tiempo el futbolista asumió su defensa apoyado en la Academia, que contrató un bufete de abogados del exterior compenetrado en la materia, en procura de que la sanción sea mínima o finalmente levantada, después de que el futbolista aseguró que conscientemente no tomó nada prohibido.
Esta semana, Vaca y sus abogados asistieron en el exterior a la apertura de la muestra B, que confirmó el hallazgo de una sustancia que no está permitida por la Asociación Mundial Antidopaje (AMA).
La defensa de Vaca espera demostrar que se trató de un consumo accidental de algún producto contaminado, y lograr un fallo favorable en base a la mínima medida encontrada en la orina del futbolista.
Eso significaría probar que el jugador no tuvo la culpa, algo que podría derivar incluso en retirar por completo una sanción.
El domingo 11 de mayo se dio la última aparición hasta ahora en la cancha de Ramiro Vaca, en un partido en Cochabamba frente a Aurora por el torneo boliviano, que la Academia ganó con comodidad (0-2).
Desde entonces no volvió a una alineación ni en Bolívar ni en la selección nacional.
Bolívar jugó sin Vaca en Brasil ante Palmeiras y en La Paz contra Cerro Porteño, ambos juegos por la Copa Libertadores de América; a nivel local el futbolista se perdió los juegos frente a U de Vinto y Gualberto Villarroel San José.
Además, Bolivia no pudo contar con él en los partidos ante Venezuela y Chile por las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026.
Tampoco estará en lo más inmediato de Bolívar, este domingo contra Always Ready, y muy probablemente se perderá, siete días después, el clásico ante The Strongest.
No hay un plazo para que la Conmebol, mediante sus instancias correspondientes, anuncie el fallo final.
