Wálter Flores vivirá este jueves una jornada especial en su vida: será su primer cumpleaños como director técnico de Bolívar, así sea interino.
El exmediocampista nació en Oruro el 29 de octubre de 1978. Cumple 42 años y debe ser uno de los momentos más felices de su vida por estar al frente del plantel del cual fue emblemático jugador y ahora es el DT.
“Estoy muy contento, esta es mi casa. En el momento en el que se decidió que sea el técnico interino tuve una emoción tremenda, estoy muy contento”, afirma.
No pudo tener su regalo anticipado. Lo impidió la derrota en su debut como técnico celeste en la casa del chileno Audax Italiano (2-1). Pero algo bueno le ocurrió la noche del martes: la diferencia fue de apenas un gol, Bolívar hizo un tanto de visitante y mejoró su rendimiento. Por tanto, quizás su obsequio llegue con retraso el próximo martes 3 de noviembre, cuando la Academia reciba en el Hernando Siles al mismo rival con la probabilidad grande de avanzar a la siguiente instancia de la Copa Sudamericana.
Nació al fútbol en el Club Bolívar Nimbles orureño. Fue jugador del club más antiguo del país, del Oruro Royal. Pasó por San José, Real Potosí, The Strongest y, la mayoría de su carrera la hizo en Bolívar, hasta que decidió despedirse como jugador.
También actuó en la selección boliviana durante varios años.
Al elegir ser director técnico ya fue asistente en la Academia, también en el chileno Universidad Católica donde trabajó con el español Beñat San José.
De regreso al país, Bolívar lo reclutó para que se hiciera cargo de su equipo pre profesional, desde donde acaba de dar un salto hasta el primer plantel en reemplazo del argentino Claudio Vivas y con la colaboración de Vladimir Soria.
A sus 42 años tiene el mayor reto de su vida como DT y cuando salte este miércoles a la cancha de Tembladerani, a dirigir un nuevo entrenamiento, lo hará con esa idea metida en la cabeza: llevar a la Academia lo más lejos posible en la Sudamericana, el mejor regalo que está esperando recibir.