Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 llegaron a su final este domingo con la tradicional ceremonia de clausura, una despedida a 18 días de competencias y, al mismo tiempo, la bienvenida al nuevo ciclo, que desembarcará en la próxima cita de París 2024.
El Fuego Olímpico fue apagado por la propia esfera desde la cual iluminó a los miles de deportistas de más de 200 países del mundo, entre ellos Bolivia, que participaron a unos Juegos inéditos, desarrollados un año después de su fecha original y sin público, debido a las restricciones sanitarias por la pandemia.
Una espectacular Ceremonia de Clausura llevada a cabo en el imponente Estadio Olímpico de Tokio, también sin aficionados como ya había ocurrido en la Apertura, fue el punto final de esta edición del evento multidisciplinario más importante del mundo.
“Estos fueron los Juegos de la fe y esperanza. Ustedes, pueblo de Japón, pueden estar orgullosos de lo que lograron. Agradecimiento especial a todos los voluntarios. Estos fueron unos Juegos sin precedentes y les quiero agradecer a las autoridades de todos los niveles”, dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.
El evento, que duró dos horas, arrancó con un video que resumió la actividad de las distintas disciplinas y los momentos más emotivos. Luego hubo fuegos artificiales sobre el techo del estadio, donde tras la presentación de las autoridades del país organizador y del Comité Olímpico Internacional, se dio lugar al ingreso de la bandera de Japón con deportistas y referentes de otras áreas dando un mensaje de inclusión.
El lema central fue “Los mundos que compartimos”, que expresó la idea de que cada uno tiene su propio mundo interior, según los organizadores.
En el desfile tradicional de las delegaciones estuvo presente por Bolivia la marchista Ángela Castro, quien fue la última en participar de los cinco deportistas nacionales. Los otros cuatro que terminaron antes sus pruebas dejaron Japón hace varios días.
Los abanderados se reunieron en centro del campo.
Hubo un especial momento dedicado a los voluntarios, quienes hicieron un trabajo fundamental sin recibir ninguna remuneración económica.
Más tarde comenzó un impactante juego de luces de colores que fue acompañado por los flashes de los celulares. Los fuegos artificiales continuaron y se vio un efecto especial con los cinco aros olímpicos suspendidos.
Artistas locales dieron forma a un show musical y una orquesta tocó el Himno de la Alegría (Novena Sinfonía de Beethoven). También se dieron demostraciones culturales niponas.
Fueron entregadas las últimas medallas a quienes participaron de las competencias de cierre del atletismo, en este caso el maratón.
La parte central comenzó con la entonación del Himno Olímpico para dar paso a la transición hacia los Juegos de París 2024. Un sector de las tribunas fue iluminado con los colores de la bandera gala y una orquesta tocó La Marsellesa. Se sumó un astronauta francés tocando el saxo en la central espacial europea.