«A los 13 años fue cuando empecé competitivamente y fue el primer sueño que me propuse cumplir, ir a los Juegos Olímpicos, pero en especial a Tokio 2020».
A sus 13 años Gabriel Castillo se puso una meta: clasificarse a unos Juegos Olímpicos. Siete años después lo consiguió como el mejor nadador masculino del país, lo que le permitió recibir la plaza de universalidad para estar presente en Tokio. “Cumplí mi sueño”, dice el bañista, quien a sus 20 años es el más joven de la delegación nacional.
Debutante en unos Juegos, igual que el tenista Hugo Dellien, será el abanderado masculino de Bolivia en la inauguración, igual que su compañera de disciplina Karen Tórrez. Ambos llevarán la tricolor nacional en la ceremonia que se llevará a cabo el 23 de julio en el estadio Olímpico de Tokio.
“Prácticamente es un sueño, aún uno no lo puede creer. Estamos a la vuelta de la esquina para poder aclimatarnos”, indica Gabriel, quien desde adolescente se propuso llegar no a cualquier cita multidisciplinaria, sino específicamente a la nipona.
“A los 13 años fue cuando empecé competitivamente y fue el primer sueño que me propuse cumplir, ir a los Juegos Olímpicos, pero en especial a Tokio 2020”.
Logros
“Sacamos medallas de oro a nivel nacional, de ahí nos abrimos paso internacionalmente, que es lo más difícil. Comencé obteniendo preseas de bronce fuera del país y mis primeros logros importantes fueron ganar medallas de oro en la Copa Julio Maglione, que es un sudamericano, también de bronce en el Sudamericano Juvenil, que es la segunda que obtiene un hombre de Bolivia”, explica.
Su especialidad son las competencias de espalda, pruebas que exigen mayor rendimiento físico.
Actualmente posee los récords nacionales absolutos en 50 y 100 metros. Esa última distancia será en la que participará en Tokio.
Está previsto que compita el domingo 25 de julio en el Centro Acuático de la capital japonesa, donde las eliminatorias serán por la mañana y las finales por las noches.
“Mi objetivo es bajar mi tiempo, que es lo principal, romper el récord Absoluto y, si logramos bajar por mucho mi tiempo, tratar de posicionarnos en los mejores sitiales. Me gustaría un Top-35 o Top-30”.
Para llegar en forma y adecuarse al cambio de horario (Japón está 13 horas por delante) junto con su entrenador Yassir Abdalla llegaron con anticipación a la ciudad de Tachikawa, que se ubica a 40 kilómetros al oeste de la capital nipona, donde cumplió un riguroso entrenamiento en el Centro de Alto Rendimiento de esa ciudad.