“Todos saben que soy un paceño más”, dice el exjugador argentino Sergio Oscar Luna, uno de los ídolos de todos los tiempos de The Strongest, quien pasea por el centro paceño en una visita a amigos, de paso para alentar a la selección nacional que el martes jugará ante Chile un partido por las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.
Luna, próximo a cumplir el 19 de febrero 64 años, llegó para el Tigre en 1989 y se fue en 1994, luego de conquistar dos títulos nacionales (1989 y 1993).
Antes había jugado en Wilstermann (1985-1987) y Litoral (1988).
Fue destacadísimo jugador aurinegro y, con el tiempo, también fue entrenador del primer plantel en 2006, coordinador general de las Divisiones Inferiores entre enero de 2016 y enero de 2018, y en el mismo periodo DT del equipo de Reserva con el que conquistó la corona de 2017.
“Ya pasaron tres años y medio desde que me fui (mediados de 2018) y uno extraña un poco, no un poco, bastante; además todos saben que soy un paceño más”.
Fue su esposa (Miriam Rinaldi) una de las personas quien lo animó a darse “una vuelta” por Bolivia ahora. “Mi señora me dice siempre: ‘vos eres mi paceño preferido’, así que aquí estoy, me siento como en casa y disfruto mucho”.
Llegó el domingo por la mañana y ya realizó algunas visitas. “Me voy a organizar un poquito, estoy recibiendo afecto y llamadas de mucha gente, todos quieren verme un ratito, me hacen sentir bien; pero también me pongo un poco nervioso, porque quiero cumplir con todos”.
El miércoles irá a Cochabamba. De entrada, ya tiene arreglado verse con sus excompañeros y amigos Fernando Rocha y Víctor Eduardo Villalón. “Y el sábado me vuelvo a Buenos Aires”.
Atigrado de corazón
Por su etapa de jugador quedó identificado como un hincha más del aurinegro. “Yo quedé muy marcado con la gente stronguista, por los años que jugué, por mi dedicación, mi entrega. Siempre fui un agradecido, pero la verdad que nunca imaginé que fuera merecedor de tanto cariño”.
Hay chicos que se le acercan a pesar de que nunca lo vieron jugar; pero saben de su aporte al Tigre “porque sus papás les cuentan”.
“Los sentimientos que me transmiten me hacen muy bien, más en esta etapa que uno ya no está jugando al fútbol y sigue sintiendo el afecto, el cariño, el reconocimiento de tanta gente, hinchas, periodistas, y eso es lo que uno se lleva (se emociona)”.
Por eso sigue de cerca lo que hace su Tigre, y también lo que sucede en el fútbol boliviano en general. “Estoy al tanto de todo, estoy bien informado, converso con mucha gente de aquí”.
Espera que Cristian Díaz, el DT del Tigre, pueda ensamblar el plantel que se ha armado para esta temporada con la llegada de varios futbolistas nuevos.
“Esperemos, como lo exige siempre la hinchada, ser protagonistas y de una vez superar estas frustraciones, como la de última vez en la que, de tener posibilidades de ser campeón, el equipo terminó tercero y fue algo frustrante para los que queremos a The Strongest”.
«Se me fue la ilusión»
Estaba muy ilusionado —cuenta— con lo que podía hacer la selección nacional en las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022, pero tras la derrota con Venezuela del viernes prácticamente las posibilidades se han perdido.
“Es lamentable, porque uno siempre se va a alimentando con una ilusión de poder avanzar y luego viene un tropiezo cuando quedan pocas fechas”.
Con la derrota ante Venezuela, “las opciones se van diluyendo, ahora es complicado, porque cada vez se depende menos de uno y ahora se está condicionado, porque más allá de sacar buenos resultados, hay que esperar lo que hagan las otras selecciones. Perú y Uruguay que estaban complicadas ahora tienen muchas expectativas”.
La pandemia
Hace tres años y medio se fue de La Paz: “la verdad es que pasó muy rápido, pero no hay que olvidarse de que ya llevamos dos de pandemia”.
No tuvo complicaciones con la COVID-19, a pesar de que en alguna oportunidad estuvo infectado.
En Argentina hubo una subida de los contagios, “pero, aunque parezca contradictorio, no afectó como al principio cuando se cerró todo”.
Las vacunas tuvieron mucho que ver en eso. Él ya tiene las tres dosis. “Tengo gente conocida que le ha tocado, pero de manera muy liviana como una gripe, como un resfrío fuerte”.
Las cosas, además, se van normalizando: “pronto las clases van a empezar normalmente, ya no piden más PCR, tenemos que acostumbrarnos a vivir con el bicho, pero tomando todos los recaudos”.