“El mejor piloto que tuvo Bolivia”, así recuerdan diferentes personalidades del automovilismo boliviano al multicampeón Armin Franulic, quien falleció este sábado (06.00) a la edad de 77 años por una descompensación.
“Fue un gran deportista. Sus títulos lo dicen todo, varias veces campeón nacional. Como dirigente fue excelente, trajo el Dakar al país y siempre puso en alto el nombre de la Febad (Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo). Fue un ejemplo a seguir, en el ámbito deportivo ha sido imparable. Bolivia perdió a su mejor piloto porque cuando se subía al coche nadie lo alcanzaba”, dijo Orlando Careaga Alurralde, presidente de la federación.
Sergio Kosky, otro destacado piloto y también extitular de la Febad, lo recuerda con mucho cariño. “Siempre consideré que Armin fue uno de los mejores pilotos de Bolivia sin desmerecer a otros grandes corredores. Sin duda alguna que su estilo era único, un hombre rápido y a la vez espectacular en su manejo. Hemos perdido al piloto más brillante que tuvo el automovilismo boliviano”.
Juan Carlos Pacheco, ex presidente de la Febad y quien estuvo muy ligado a Franulic, considera que “perdimos al mejor piloto de Bolivia. Ahora tenemos mucha gente buena, pero en su momento Armin era el mejor”.
Mario Roque Cayoja, periodista especializado en el deporte tuerca, señaló que “fue un gran campeón, ganó ocho títulos nacionales, cinco Grandes Premios y fue un ícono del deporte paceño y nacional”.
‘Gran amigo’
Si sus logros deportivos hacen que todos los recuerden con mucha nostalgia, su presencia como persona es mucho más valorada para todos que lo conocieron, ya que aseguran que siempre fue amable con la gente.
“Una excelente persona y amigo, muy destacado por ayudar y ante todo una persona que no tenía malos sentimientos ante nada y nadie”, sostuvo Pacheco.
“Era amigo, solidario con los pilotos en las carreras, además de un hombre jovial. Como persona siempre trataba de cooperar a los corredores. Considero que ha sido un hombre completo. Es una pérdida súper sentida para todos los que amamos los fierros”, recalcó Careaga.
“Estoy seguro de que ahora descansa en el cielo, pero me tiene que reconfortar, al igual que algunos, que fuimos sus amigos y el de compartir con un hombre simpático, carismático y ante todo un gran ser humano”, apuntó Kosky.
Para Cayoja “don Armin era fuera de serie, bastante carismático, muy humano, una gran persona”.
‘El tío Armin’
Kosky compartió mucho con Franulic. Siendo él joven iba a las carreras para ver el espectáculo que daba el número 1.
“Recuerdo que faltaba al colegio para verlo correr en la Vuelta a La Paz o la Vuelta a los Yungas. Con mis amigos hacíamos un cártel que decía ‘dale tío’. Y de ahí que Armin fue el tío de muchos pilotos, de otras generaciones”. Con el pasar de los años se encontraron en la ruta.
“Tuve la suerte, la dicha y la bendición de Dios de hacer equipo con él en Nissan. Gracias a ello corrimos mucho juntos, en el Mundial de Rally igual, también muchas carreras a nivel nacional. Nos juntamos mucho porque iba con la hoja de ruta con Armin y Juan Luis Ramírez. Ha sido una amistad larga, una imagen para la nueva generación del automovilismo, una imagen de caballerosidad, deportista y ser humano”.