Fernando Saucedo volvió a la selección nacional con un golazo a su estilo, un bombazo desde unos 30 metros que evitó la derrota de Bolivia ante Colombia y dejó al menos un empate (1-1) en la pizarra, aunque no sea el resultado ideal para la Verde.
El jugador de Always Ready no pudo ser titular por una molestia física en los días previos a la reanudación de las eliminatorias, pero cuando ingresó en la parte final del segundo tiempo mandó un derechazo y le “rompió” el arco al golero colombiano David Ospina, a los 82 minutos.
El técnico César Farías prefirió cuidarlo y puso en su lugar desde el vamos a Moisés Villarroel, quien con un doble sacrificio jugó con prestancia en la contención y aportó también con una salida clara por su calidad técnica.
Saucedo regresó después de casi dos años, arrepentido de sus diferencias con Farías, y le regaló a la afición al menos un sabor menos amargo por no haber logrado la victoria.
Bien por Arce
Juan Carlos Arce aguantó la marca, cuidó el espacio y le entregó la pelota justa a Saucedo para que liquidara a David Ospina.
Con esa jugada y otras, además de actitud, el Conejo Arce fue de lo mejor de Bolivia por su entrega y por haberlo intentado todo para desequilibrar y que le fuera mejor a la Verde.
Saucedo, Arce, Villarroel y también el debutante Marc Enoumba, ingresado en la segunda mitad en reemplazo del lesionado Diego Bejarano, fueron los más destacados que tuvo Bolivia, esta vez sin Marcelo Martins, muy marcado e impedido de aportar con su cuota goleadora.
Un peldaño detrás de ellos, a Rodrigo Ramallo le quedó la boca amarga a los 64 minutos, cuando tuvo el gol, pero su disparo a quemarropa fue rechazado providencialmente por Wilmar Barrios, quien llegó justo con el pie para rechazar la pelota.
En contrapartida, en el único error de toda la tarde, Adrián Jusino y Roberto Fernández no pudieron impedir la escapada de Róger Martínez, quien se liberó de ambos y superó a Carlos Lampe para el gol colombiano.