Santa Cruz aspira a ser postulada como ciudad subsede del Mundial de 2030 y, como primer paso, presentó una alianza interinstitucional que proyecta la construcción de un moderno estadio con capacidad para unas 65.000 personas.
El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Fernando Costa, anunció que hace gestiones ante la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), además de las asociaciones nacionales de Argentina y Uruguay, para lograr el respaldo de éstas, a fin de que en diciembre próximo, en ocasión del Congreso de la FIFA en Qatar, Bolivia pueda ser contemplado como uno de los países organizadores de la Copa del Mundo de 2030 y que la capital oriental sea la ciudad elegida.
Durante una conferencia de prensa llevada a cabo este mediodía en la capital oriental fue anunciada una alianza que conforman el Gobierno Municipal de Santa Cruz, el Grupo Empresarial Lafuente y la FBF.
Costa dijo que la idea de hacer posible la construcción de un estadio cuenta fundamentalmente con el respaldo de Lafuente y de autoridades tanto locales como nacionales.
También, que el propósito es lograr que Santa Cruz sea la ciudad sede de una final, ya sea de la Copa Libertadores o de Copa Sudamericana, y que posteriormente albergue algunos partidos de la Copa del Mundo.
En el acto estuvieron presentes el presidente del Grupo Empresarial Lafuente, Julio Novillo, quien confirmó su disposición para hacer posible la construcción de la infraestructura deportiva necesaria; el alcalde Municipal de Santa Cruz de la Sierra, Jhonny Fernández, ofreciendo un fuerte apoyo al proyecto; y Costa por la FBF.
También estuvo el exseleccionador nacional en el Mundial de Estados Unidos 94, Xabier Azkargorta, invitado por Costa.
El máximo dirigente de la FBF reveló que recibió el visto bueno del titular de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, para conversar con dirigentes de las asociaciones de Argentina y Uruguay, que encabezan la postulación de países sede para el Mundial, que se realizará en Sudamérica, y que ya se han logrado avances.
Más allá de que sea o no aceptada la postulación de la capital oriental, la alianza anunció la construcción sí o sí del moderno escenario, que tardará unos cuatro años en ser concluido.