El albanés Armando Sadiku aumentó su deuda con Bolívar. La Academia lo trajo con el cartel de goleador y todavía no lo demuestra.
Ausente el argentino Leonardo Ramos, la oportunidad para Sadiku de mostrarse es innegable, pero la está dejando pasar.
Frente a Wilster tuvo la mejor oportunidad de estrenar su casillero de goles mediante la vía del penal, pero su remate, casi un regalo, fue atajado por Rodrigo Banegas.
En el resto del partido nada. Eso sí, su entrega no falla. Un hombre voluntarioso. Pero el goleador necesita otra cosa. Vive de convertir.
Ábrego ni la tocó
Encima, llamativa decisión tomó el entrenador de la Academia, el español Natxo González. Hizo saltar al campo de juego a Víctor Ábrego a los 89 minutos. ¿Qué pretendía mandándolo tan tarde?
Ábrego llegó a Bolívar y tuvo buenos partidos en el comienzo. Pero con González casi no tiene un lugar. El DT no lo toma en cuenta. Frente a Wilster lo puso para un minuto y descuentos. El resultado fue el previsible: el delantero ni siquiera llegó a tocar la pelota.
Mientras tanto, el celeste sigue careciendo de gol. Tuvo partidos para golear y no lo hizo. Y en el valle decayó bastante, tanto que casi no dispuso de ocasiones.