La FBF está en crisis. Ambos dirigentes son ‘presidentes’, uno elegido por el directorio según Estatuto y el otro gracias a un Amparo Constitucional.
Jorge Asturizaga / La Paz
El 19 de julio, el fútbol era golpeado por la muerte del presidente de la FBF, César Salinas, víctima de coronavirus. Un mes después, sus vicepresidentes Marcos Rodríguez y Robert Blanco están fuertemente enfrentados reclamando para sí la sucesión en el cargo.
Debido a ello, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) tiene dos presidentes: Rodríguez, elegido por el Comité Ejecutivo y Blanco, gracias a un Amparo Constitucional cuyo fallo salió a su favor.
El más reciente capítulo lo acaban de protagonizar ambos, cada uno convocando por separado a reunión del directorio: Rodríguez para el jueves y Blanco para el viernes.
Marcos Rodríguez también ganó un Amparo el lunes, pero fue para que la entidad bancaria reconociera su firma en las cuentas federativas. Amparado en el Estatuto vigente de la FBF, incluso ya participó en una reunión internacional de la FIFA y la Conmebol.
Su citación a los dirigentes que le dieron su respaldo es para este jueves a las 11.00.
Es probable que de ese encuentro virtual salga una decisión: poner en conocimiento de la Conmebol la situación, lo que podría ocasionar una intervención a la FBF de parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Blanco, con el respaldo solo de seis clubes, los opositores a la gestión de Salinas, fue a una instancia judicial en Santa Cruz reclamando el cargo de presidente y como ésta le dio la razón, este miércoles voló a Cochabamba para tomar posesión y sentarse en la silla presidencial.
El dirigente cruceño citó al Ejecutivo para el viernes con tres puntos en la agenda: designación del nuevo director general ejecutivo, situación económica de los clubes de la División Profesional y de la División de Aficionados y consideración de la reanudación del campeonato. Se prevé que no tenga éxito porque no es reconocido por el resto de dirigentes de la cúpula de la FBF.
19-08-2020