Marcos Riquelme pidió disculpas por su reacción en contra del presidente de Always Ready, Andrés Costa, y se hizo cargo: “Es toda mi culpa”, enfatizó, con los ojos enrojecidos y a punto de llorar.
“A veces las disculpas no alcanzan”, respondió, poco después, el titular de la banda roja.
Todo apunta a que habrá “una decisión drástica” en contra del jugador de parte del directorio del club.
“Es algo que no puede volver a pasar. Vamos a tomar decisiones con la cabeza fría”, adelantó el dirigente.
Riquelme, “a disposición”
El futbolista sostuvo que se pondrá a disposición de lo que determine el directorio de Always Ready y aceptará lo que sea, incluso si hay una fuerte sanción o incluso la rescisión de contrato.
A su lado estaba, para apoyarlo, el director técnico de la banda roja, el uruguayo Sebastián Abreu.
“Me duele mucho lo ocurrido, estaba totalmente sacado, fuera de mí, las pulsaciones a mil, no sé qué me pasó. Me duele lo ocurrido porque yo no soy así”, enfatizó el delantero argentino.
Cerca del final del partido, Riquelme reaccionó ante unos gritos de Costa dirigidos a los integrantes del banco de suplentes por la derrota frente a Real Tomayapo (0-1). Entonces fue a encararlo y discutieron.
“Tengo que hacerme cargo, como hombre que soy. Pido disculpas a Andrés (Costa), le falté el respeto. También al cuerpo técnico y a mis compañeros. Mi familia y yo estamos dolidos por lo ocurrido. Ellos (los dirigentes) decidirán cómo sigue esta situación”, agregó.
“Ni escuché lo que dijo”
Según Costa, no llegó a escuchar lo que Riquelme le dijo en el momento del incidente. “A veces los jugadores están calientes y más ahora” por la derrota.
El presidente de Always Ready aseguró que también él “estaba desconcertado, molesto, enfadado” y que se dio cuenta de lo ocurrido recién cuando vio las imágenes de la televisión.
Luego advirtió lo que puede pasar: “En el club nos manejamos con mucho respeto y así tiene que ser. Voy a pedir una decisión drástica para que no vuelva a pasar”.
Acusó a Riquelme de “haber provocado” la reacción de la afición y de poner en peligro a todo el plantel.
Por eso cerró: “A veces las disculpas no alcanzan”.