La expulsión del argentino Leonardo Ramos, a los 69 minutos, derrumbó el mejor momento de Bolívar en el partido y cambió el trámite, a tal punto que con uno más Junior aprovechó para liquidar la serie (3-0).
Fue una reacción fuera de lugar del argentino, por la tensión del momento, agrediendo sin balón en el centro del campo de juego a Didier Moreno. Uno de los asistentes lo vio, informó al árbitro y éste le mostró la tarjeta roja directa.
Ramos le aplicó un cabezazo al de Junior y lo mandó al piso.
El equipo boliviano tenía contra las cuerdas al colombiano, hacía madurar el gol del empate y era cuestión de tiempo para que llegara. Pero con uno menos su situación dio un giro.
Aún en inferioridad numérica Bolívar siguió atacando, pero de mitad de cancha para atrás ya se exponía demasiado, entonces Junior aprovechó esos espacios y subió la cuenta exageradamente a tres, con tantos de Jhon Freddy Pajoy y de Freddy Hinestroza, que apuntalaron el primer tanto de Miguel Borja.
Bolívar jugó un buen partido, liderado por el español Alex Granell, quien conformó una línea de tres en la zaga. De sus pies partieron casi todas las pelotas paradas con mayor peligro para el arco contrario.
Por las bandas destacaron Diego Bejarano, casi como en La Paz, con mucha llegada al área contraria, y Roberto Carlos Fernández, de igual manera.
En el medio fue importante Leonel Justiniano, mientras que Erwin Saavedra fue de menos a más en el encuentro.
Bejarano, Jairo Quinteros dos veces, Granell y Justiniano tuvieron las ocasiones más claras para llegar al tanto, lo mismo que Saavedra en los primeros minutos.