Al salir de la cancha y acercarse a la malla olímpica, Ramiro Vaca firmó en una camiseta su último autógrafo como jugador de The Strongest. Fue su despedida antes de marcharse al fútbol de Bélgica, donde jugará durante los próximos tres años.
“Gracias Ramiro”, le gritaban los hinchas al joven de 22 años, quien a los 18 llegó a filas gualdinegras como una promesa y se convirtió en una de las figuras del equipo.
“No tengo palabras para agradecer el apoyo que recibí de parte de todos. Fueron tres años y medio maravillosos, con muchas alegrías y también algunas tristezas”, declaró el futbolista.
Jugó todo el segundo tiempo. No fue titular para cuidarlo ante su inminente salida. Con The Strongest urgido por al menos empatar, porque al cabo de la primera mitad perdía 0-2, Vaca entró y el rendimiento ofensivo atigrado mejoró.
Estuvo cerca de anotar un gol de tiro libre. Aparte, mandó un par de centros que pudieron terminar en gol de no haber sido por las atajadas del golero Carlos Franco ante cabezazos de Jair Reinoso y Willie Barbosa.
Lo que tenía que ser una fiesta en su adiós, fue como un velorio. “No se dio, queríamos la victoria, pero no se dio”, lamentó Vaca.
“Me toca despedirme con un resultado muy amargo, con mucho dolor”, subrayó.
Sin embargo, se mostró optimista sobre el futuro del plantel a pesar de que él ya no estará para aportar. “Estoy seguro de que al Tigre le va a ir muy bien, seguirá luchando por la punta y espero que seamos campeones”.
Confirmó que, si todo sale bien en cuanto a su visa, alzará vuelo el martes rumbo a Bélgica, donde se enrolará al Beerschot VA. Por la transferencia, el club atigrado embolsará 150.000 euros (unos 176.000 dólares).
“Volveré a vestirme de atigrado para devolverle al Tigre y a su gente todo lo que me han dado en este tiempo”, prometió.