Texto: Tokio 2020
Cuando hacían pronósticos sobre quién sucedería a Usain Bolt como campeón olímpico de 100m, muy pocos situaban entre los candidatos al italiano Marcell Jacobs. Sin embargo, el atleta ha roto los pronósticos y se ha impuesto a todos sus rivales en el Estadio Olímpico de Tokio 2020 con un nuevo récord europeo de 9,80.
Apenas cinco minutos antes, su compatriota Gianmarco Tamberi ganaba el oro en salto de altura ex aequo con el catarí Mutaz Essa Barshim. Ambos protagonizaban uno de los momentos de la jornada.
A continuación, en la prueba reina de la velocidad, llegaba el momento de Jacobs. El italiano ponía fin a 25 años de dominio de velocistas del continente americano y se convertía en el primer rey de los 100m europeo desde el oro del británico Linford Christie en Barcelona 92.
También se convertía en el primer italiano campeón olímpico en una prueba de velocidad desde el triunfo de Pietro Mennea en los 200m en Moscú 1980.
Lamont Marcell Jacobs nació el 26 de septiembre de 1994 en El Paso, Texas, de madre italiana y padre estadounidense.
Su madre, Viviana, declaró al Corriere Della Sera: “Conocí al padre de Marcell en Vicenza. Era un soldado del ejército estadounidense. Yo tenía 16 años y él 18. Nos casamos y nos mudamos a Texas”.
“Después de unos tres años, nació Marcell. Pero 20 días después, su padre fue trasladado a Corea del Sur. Era imposible seguirle, así que decidí volver a Italia. Marcell no tenía ni un mes”. De hecho, el flamante nuevo campeón olímpico no domina la lengua de Shakespeare.
«Me siento italiano en cada célula de mi cuerpo, ¡hasta me cuesta hablar inglés!».
Velocista y saltador
El joven Jacobs hizo sus incursiones en el atletismo a nivel nacional en salto de longitud. En el Campeonato de Italia 2016 se llevó la victoria con una distancia de 7,89m. Su mejor marca personal era de 7,95m, aunque ese año también saltó 8,48m con un viento de +2.8 m/s.
Fue en 2018 cuando explotó como velocista. Logró su primer título nacional de 100m, acercándose además a la barrera mágica de los 10 segundos.
Durante el confinamiento por la COVID-19 en 2020, se entrenó en una casa cercana al lago de Garda con un minicampo de atletismo que incluía una pista de 90m y un foso de salto de longitud. Esas sesiones dieron sus frutos, como se hizo notar justo al comienzo de la temporada 2021.
En marzo, en el Campeonato Europeo Indoor de Torún (Polonia), realizó una exhibición de potencia para conseguir el oro en los 60m masculinos en 6,47, el tiempo más rápido del mundo este año y un nuevo récord italiano.
Y en su primer encuentro outdoor del año en Savona, estableció un nuevo récord italiano de 100m con 9,95 segundos.
Después, declaró al Corriere della Sera: “Voy a Tokio a ganar una medalla. No está Bolt, no está Coleman, no hay un claro favorito, será una batalla. No puedo dejar de soñar ahora…”.