Los arqueros de The Strongest utilizan en las prácticas gafas estroboscópicas, anunció el club en sus redes sociales, y “subió” fotos de Guillermo Viscarra y compañía haciendo uso de esos lentes. ¿Qué son y para qué sirven?
Según la corta explicación atigrada, ayudan a “mejorar su reacción”, pues los lentes “tienen un parpadeo que oculta el balón y luego le permite (al deportista) ver para trabajar su velocidad de reacción”.
Esta tecnología emite impulsos de luz que buscan generar una perturbación visual en el deportista mientras se realiza una tarea motora.
La explicación
En 2011, Jacob Appelbaum, periodista e investigador de seguridad informática, señaló que “el efecto estroboscópico hace reaccionar y tomar decisiones más rápidamente, creando así la oportunidad de mejorar el procesamiento de información visual y potenciar el uso de otra información sensorial durante la actuación del deporte”.
Es así que, el atleta estará en la obligación de localizar el objeto dependiendo únicamente de información visual limitada. Si logra hacer un buen uso de esta información podrá mejorar en diversos aspectos deportivos.
El “efecto estroboscópico” consta en detener la visión del deportista por breves intervalos de tiempo, o sea que el jugador solo puede visualizar el balón por segmentos y no en su totalidad.
De esta manera, tanto el cerebro como los ojos se sienten en la obligación de adaptarse a la frecuencia de la información al que el sistema visual puede tener acceso. Esto tiene como efecto principal obligar a las personas a que reduzcan su dependencia a la retroalimentación visual.
Ese mismo año, Paul Winsper, director de rendimiento deportivo de la multinacional Nike, aseguró que esta herramienta es el futuro del deporte. “Las gafas estroboscópicas revolucionarán el mundo del deporte, si impedimos que el deportista vea con continuidad la trayectoria del balón, se podrá entrenar su cerebro”.
El beneficio
Las gafas cuentan con un cristal líquido que parpadea de forma más o menos intensa, dependiendo del nivel que se establezca.
Los parpadeos de las gafas interrumpen la visión del deportista, provocando que el atleta reciba menos información y, por lo tanto, no vea la trayectoria del esférico con la misma precisión.
Cuando el atleta deja de usarlas, la idea es que vea como sus reflejos han incrementado y reaccione de forma más rápida en determinadas situaciones del juego.