La Federación Sindical de Futbolistas Profesionales Agremiados de Bolivia (Fabol) empezó su arremetida contra los clubes al acudir a los tribunales laborales para que sus afiliados (futbolistas en actividad, retirados desde 2007 y técnicos) cobren por esa vía el servicio prestado.
La primera demanda ingresó el lunes en una ventana de Santa Cruz, donde el técnico José Peña le quiere cobrar hasta el último peso a Real Santa Cruz.
Por haber trabajado entre el 1 de julio de 2019 y el 31 de diciembre de 2020, o sea por apenas un año y medio de servicios, aspira a cobrar 1.600.000 bolivianos.
Fabol y el bufete del abogado Jaime Pérez de la capital oriental son sus asesores.
La agremiación asegura que como la dirigencia no ha cumplido con los acuerdos firmados en cuanto a la composición y atribuciones del Tribunal Superior de Apelación (TSA), ahora tiene que afrontar estas demandas.
El ejecutivo de Fabol, David Paniagua, dice que es lo que corresponde.
– ¿Qué reclama Peña?
– Reclama todos los beneficios que establece la norma laboral.
– ¿Por cuánto es la demanda?
– Es por 1.600.000 bolivianos. Claro que será el juez quien establezca cuanto corresponde cobrar. Lo que se ha planteado en la demanda es el total de la sumatoria de vacaciones, aguinaldos y todo lo que dice la ley.
– Están metiendo en un lío grande a los clubes…
– Nosotros nos cansamos de decirles a los dirigentes. En nuestra respuesta enviada a la FBF pedimos que se firme un convenio colectivo laboral o trabajar en la elaboración de un reglamento especial como el Estatuto del Jugador, pero no quieren nada de eso. No hacen cumplir los fallos, entonces nos vamos a la justicia ordinaria, no tenemos otro camino.
– ¿Hay otras demandas en camino?
– Tenemos varias, son como ocho que ingresaremos esta semana y las presentaremos y comunicaremos oficialmente a los medios, pero anticipo que cada vez aparecen más.
Ojalá que los dirigentes entren en razón. Nos han mentido tantas veces que había que ponerles un alto.
– ¿Cumplen los futbolistas con la Ley del Trabajo?
– Claro que sí. Además, los jugadores lo hacen, tributan como cualquier trabajador, los clubes hacen de agentes de retención y no pagan los impuestos y después meten en problemas a los futbolistas. Todo el mundo quiere que las cosas se hagan como dice la norma, en eso estamos de acuerdo, contra la ley no se discute.
– Una parte de la norma dice que la jornada laboral es de 8 horas, pero el futbolista no trabaja ni la mitad…
– Por el amor de Dios. ¿Los trabajadores normales trabajan domingo?, ¿se concentran para luego hacer su trabajo?
Los jugadores están obligados a descansar, no es que solo entrenan dos o tres horas al día, después tienen que cuidarse, descansar, eso forma parte de su trabajo.
Los domingos no están con sus familias. Es una actividad especial y por eso ratificamos que se necesita un convenio colectivo de trabajo o un reglamento especial, pero si (los dirigentes) no quieren hacerlo… Encima no quieren que funcione el Tribunal de Resolución de Disputas (TRD) porque lo invalidan con un tribunal que no existe y la prueba más grande de eso es que nos piden sugerencias de nombres de abogados para su conformación.
– A propósito. La FBF le envió a Fabol una nota solicitándole que sugiera los dos nombres de abogados para conformar el TSA, ¿lo harán?
– No formamos parte del Congreso, no tenemos por qué estar en esa instancia. Esa carta no es una invitación, simplemente es una nota para proponer dos nombres de abogados en representación del fútbol para la composición del famoso Tribunal de Apelación.
Pregunto cómo explica ahora la dirigencia que el TSA está funcionando si recién nos están pidiendo que propongamos nombres, eso debió hacerse desde el principio, es lo que reclamamos siempre. Cómo puede hacer funcionar algo que no se ha creado.
Nuestra respuesta es clara. Estamos en la justicia ordinaria y seguiremos metiendo demandas, hoy, mañana, pasado mañana y todo el tiempo. No tenemos nada que hacer en ese tribunal y si no estamos de acuerdo ellos no pueden conformar nada.
Para nosotros la instancia de apelación es el Tribunal de Arbitraje Deportivos (TAS) con sede en Suiza porque así está en los contratos, por eso es que no vamos a proponer a nadie y no estamos de acuerdo con crear un TSA porque no tiene ningún sentido.
«Los jugadores están obligados a descansar, no es que solo entrenan dos o tres horas al día, después tienen que cuidarse, descansar, eso forma parte de su trabajo».
– Ustedes no están de acuerdo con que el TSA sea un órgano de apelación, sin embargo, si hasta la FIFA aprueba que debe haber una última instancia…
– Eso será siempre y cuando estemos de acuerdo. Nosotros decimos y ratificamos que seguimos respaldando para que el TAS siga como instancia de apelación
– ¿Por qué solo en el TAS?
– Porque aquí se tardan más de cuatro meses en emitir los fallos de los procesos y encima quieren poner una instancia de apelación, eso está dirigido para no pagar jamás a los jugadores. Para nosotros el tema está superado, vamos a seguir en los tribunales laborales.
– ¿Ir al TAS no es una ventaja para el futbolista?
– El 99% de los procesos en el fútbol boliviano es por sueldos, pero esos fallos no se cumplen y a eso se puede apelar. Si un club quiere seguir ese camino y piensa que el fallo es contradictorio que vaya al TAS. Pero lo que quieren los dirigentes es imponer otro tribunal para no pagarle al jugador y eso es lo que no vamos a permitir.
– ¿Fabol ratifica que no existe el TSA?
– No existe, sus fallos son nulos de pleno derecho, sus acciones son una señal de que la dirigencia está patas arriba.
– ¿Entonces los fallos contra San José, por ejemplo, en qué quedan?
– No corren, son nulos. El Tribunal no tiene facultades para quitar puntos porque es de apelación. El único que puede castigar es el Tribunal Superior de Disciplina Deportiva (TSDD) con Marcos Goytia de presidente, pero abusivamente en combinación con la federación decidieron no atender los fallos y cambiarle de nombre. Entonces todo está invalidado porque no funciona.