Jurguens Montenegro llegó a La Paz luciendo el buzo con el escudo de la Federación de Fútbol de Costa Rica. Defendió los colores de su selección en categorías Sub-20, Sub-23 y ya tiene un partido con la absoluta. En cada declaración que hizo antes de abandonar su país para enrolarse a Bolívar dijo que tiene como objetivo el ser convocado para las eliminatorias y que su sueño es jugar un mundial.
Apenas cruzó la puerta de salida en el aeropuerto de El Alto fue recibido por funcionarios de BAISA SRL, la empresa que administra a la Academia, quienes le saludaron, pero también le hicieron alguna indicación. De inmediato, Montenegro dio la espalda a las cámaras y se quitó el buzo costarricense. Luego, en manga corta, caminó hacia las cámaras y ofreció sus primeras declaraciones.
A pesar del frío reinante a esa hora (poco después de las siete de la mañana) en el aeropuerto de El Alto, no se colocó nada encima y afrontó —caminando hacia un vehículo que lo esperaba en el parquero— los apenas 5 grados centígrados de temperatura. El resto de la gente estaba bien abrigada.
Bolívar firmó hace poco con Puma, la marca alemana que le dota de toda la indumentaria deportiva.
El buzo de Montenegro, que fue guardado por su representante Juan Vicente Carvajal, llevaba claramente el logotipo de la fábrica estadounidense New Balance Athletics (NB). De ello se percataron los celestes y quisieron evitar un conflicto comercial.
Cuando el futbolista se lo quitó apareció otra “sorpresa”. La polera de Jurguens tenía el sello de Nike, otra internacional norteamericana, competencia de las anteriores; pero ahí sí ya no había nada que hacer.