Gustavo Cortez / Periodista
Fernando Costa, el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, nos sorprende cada día. Cuando uno piensa que nuestra dirigencia, la actual, que tiene un pobre nivel de análisis y trabajo, debería madurar con el paso del tiempo, este señor nos sale con una ocurrencia de mal gusto y absurda.
Parece una broma. Estos días ha dicho que el estadio Hernando Siles puede quedar al margen de los partidos de la selección porque la Gobernación de La Paz no ha inscrito el escenario en el proyecto Siempre Verde de la federación, que apoya el mejoramiento de los escenarios deportivos, en especial el terreno de juego.
No sabíamos que el estado de la cancha, para pasar las habituales inspecciones de la Conmebol, debía tener el aval o certificación de este proyecto para que la selección de un país juegue en el estadio que eligió para las Eliminatorias. O que esa omisión sirva para que Costa diga que se considerará otra sede para la selección.
¡Qué ridiculez! Ni Bombolito, con el perdón que se merece el payasito que hace reír a los niños, podría hacer esa declaración. El señor Costa tiene que estar consciente de que hay temas que se los tienen que manejar con cuidado y mesura. Y hay formas de hacerlos públicos.
No son motivo de globos de ensayo. No se trata de ir por la tangente y esperar una reacción de la gente. Si Costa se pone a jugar con el cambio de sede se va a chocar contra la pared y se va a ganar gratuitamente muchos detractores.
Y no se trata de defender a La Paz por defenderla. Además, esta misma federación de Costa ha inscrito el estadio Siles como sede de la selección para las actuales eliminatorias. Así que solo se debería respetar eso.
La Gobernación paceña ya le contestó. Dijo que Costa miente y que está politizando el tema.
De algo estamos convencidos: si Costa políticamente está peleado con la gobernación, eso no va a deteriorar el estado del campo de juego del Siles. Y si este escenario, con Siempre Verde o sin Siempre Verde se mantiene bien, va a tener el aval de la Conmebol y la selección seguirá jugando en La Paz.
Así que el presidente de la federación debería pensar dos veces para decir o hacer algo en la Federación. En sus empresas puede hacer lo que quiera, pero en el fútbol no, porque la federación y la selección son como una bandera que representa a todo el país.