El medallista de oro para Argentina en el BMX de París 2024 José Torres Gil habló de Bolivia en la conferencia de prensa posterior a su logro en los Juegos Olímpicos. Dijo que el país donde nació hace 29 años “tiene grandes atletas”, pero que no son apoyados por las federaciones deportivas ni por el gobierno.
Torres Gil se consagró campeón en la disciplina del BMX freestyle, colgándose la primera presea dorada para su país y todo Sudamérica en la cita francesa.
El deportista nació en Santa Cruz de la Sierra en 1995. Vivió en esa ciudad durante 11 años, aunque no compitió en ninguna disciplina. Después, con sus padres argentinos y su hermano mellizo Francisco se fueron a Argentina y establecieron su residencia en Córdoba, donde a los 14 comenzó a practicar el deporte extremo de la bicicleta.
Torres Gil envió un mensaje a las federaciones deportistas y al gobierno “para que empiecen a apoyar a sus atletas y no se les empiecen a ir”, en alusión a que ya son varios que han elegido representar a otros países por falta de apoyo en Bolivia.
En su opinión, los bolivianos son “grandes atletas”, a quienes “les está haciendo falta apoyarlos más, porque tienen un talento increíble, pero no se están dando cuenta y están dejando que se vayan”, recalcó.
Al referirse a la medalla de oro obtenida, sostuvo: “Quería decir al mundo que era atleta olímpico y ahora puedo decir también que soy medallista olímpico. Estoy muy feliz. No puedo expresar lo que siento, soy poco expresivo, pero por dentro estoy bastante derrumbado”.
José Torres Gil obtuvo el primer lugar por encima del británico Kieran Darren David Reilly y del francés Anthony Jeanjean, quienes eran los favoritos.
“Competir con ellos me hace sentir increíble y me siento parte del nivel de ellos. Estoy emocionado por haber llevado una medalla por primera vez en mi deporte. Todo lo que yo hago es para que la gente sea feliz también”, indicó.
Recordó también sus comienzos en su actual deporte, después de “empezar jugando al fútbol como todos en Argentina”, cuando en un parque vio a una persona en bicicleta que hizo un giro para atrás y le llenó de curiosidad.
“Nos causó mucha adrenalina y ahí probamos (junto con su hermano) montar por primera vez. La adrenalina es adictiva, no pude abandonar la bicicleta y me convertí en profesional. Todo muy emocionado, muy contento, compartiendo el podio con semejantes bestias”, finalizó.