Bolívar estaba desencajado cerca del pitazo final del primer tiempo, perdía por la mínima diferencia ante Lanús y no lograba hallar el camino adecuado, hasta que apareció su goleador, el argentino Marcos Riquelme, para conseguir el empate parcial (1-1) a los 45 minutos, dando la tranquilidad al equipo boliviano antes de irse a los camarines a descansar.
Después de festejar el tanto, Riquelme hizo un ademán de estar hablando por teléfono, en señal a que está esperando que la dirigencia del club lo llame para hablar de su contrato que fenecerá el 31 de diciembre, si acaso la idea es renovarle.
La administradora BAISA SRL y Bolívar han comenzado con la renovación con algunos jugadores, por ejemplo, el lateral derecho Diego Bejarano: en cambio, Riquelme declaró que ni lo llamaron y adelantó que, en esas circunstancias, está jugando sus últimos partidos luciendo la camiseta celeste.
El argentino anotó su tercer gol en la actual Copa Sudamericana que se suma a los tres que también hizo en la Libertadores de la presente temporada. En el torneo Apertura, antes de la paralización de éste por la pandemia, hizo nueve.
Riquelme volvió a ser el delantero más peligroso de Bolívar y tuvo varias chances sobre todo en el primer tiempo, atajadas por el golero visitante.
La Academia logró salvar los tres puntos en casa con un tanto de Luis Haquin a los 86 minutos de juego.
Foto: Conmebol