El asesor de árbitros de la Conmebol, el boliviano Juan Carlos Lugones, contó que fue él quien recibió, de manos del vicepresidente de Boca Juniors, el exfutbolista Juan Román Riquelme, los regalos destinados a los árbitros del partido entre Always Ready y Boca Juniors, poco antes del inicio del encuentro jugado el miércoles en el estadio Hernando Siles, y aseguró que los jueces peruanos no tomaron conocimiento de esa situación sino hasta la conclusión del primer tiempo.
Lugones, quien es director de Desarrollo de Arbitraje de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), aclaró que le dijo a Riquelme y también a la persona que le acompañaba, que estaba prohibido “y menos antes de un partido” hacerles presentes a los árbitros, aunque admitió que “ante la insistencia” de los boquenses, tomó las cuatro bolsas y las introdujo en el vestuario de los árbitros.
La dirigencia de Always Ready anunció que elevará una denuncia ante la Conmebol sobre lo ocurrido, susceptible, además, porque el árbitro Kevin Ortega cobró un penal inexistente con el que Boca Junior se llevó el triunfo (0-1) de Miraflores, en partido por la jornada cuatro del Grupo E de la Copa Libertadores de América.
En la puerta del garaje
Lugones hizo una declaración en la Red Bolivisión el mismo miércoles después del partido, contando lo ocurrido.
Dijo que como asesor de árbitros estaba en el camarín con los jueces cuando, instantes antes de dirigirse con ellos al túnel de ingreso al campo de juego, recibió un llamado de un efectivo de la policía, quien le comunicó que era convocado para presentarse en la puerta externa que da al garaje del escenario.
“Eran dos personas del equipo de Boca Juniors, uno conocido (Riquelme), quien me saluda muy cordialmente y me pregunta si podía entregar esos presentes a los árbitros. Respondí que no era posible, que está prohibido y menos antes de un partido. Por tanto, esa solicitud fue negada”.
Los xeneizes le insistieron con el argumento de que no les interesaba que la entrega a los árbitros se la hiciera “ahora o después” y que ellos solo querían cumplir “una costumbre de los equipos argentinos y de las selecciones, de hacer un presente” a los árbitros y otros oficiales del partido.
“Ante la presión de ellos” recibió las cuatro bolsas” y volvió al camarín, donde ya no estaban los árbitros. “Abrí la puerta, dejé las bolsas detrás de ella, cerré y corrí hasta el túnel para darles alcance”.
Los peruanos no sabían nada
De esa manera, Lugones aclaró que “los árbitros del partido en ningún momento han escuchado o visto” los presentes que les enviaron los boquenses, por tanto “no sabían, no conocían de este hecho, porque cuando yo hablaba con el dirigente, ellos abandonaban el camarín. Entonces, no conocieron nada hasta su retorno al vestuario, es cuando ellos recién se enteraron”.
Lugones subió luego al quinto piso del escenario para ver el partido y cumplir con su labor de asesor de árbitros encomendado por la Conmebol.
“Recibí una llamada del delegado de seguridad nombrado por Conmebol”, con quien acordaron encontrarse en la puerta del camarín de los árbitros “junto a la delegada del partido y junto a un teniente de la Policía, y una persona más de Always Ready”.
Cuando le preguntaron por los presentes, explicó lo ocurrido y, a requerimiento de ellos, abrió la puerta del camarín para que hicieran una inspección.
“Abrí la puerta y estaban los cuatro paquetitos. Cada uno contenía una camiseta de Boca Juniors, una de ellas la alterna”. En la revisión, incluso sacaron las prendas de sus bolsas para verificar que no hubiera nada más.
“La delegada del partido lo verificó e incluso dijo que era algo normal” que se entreguen los presentes a la terna.
Entre todos acordaron que los regalos debían ser devueltos.
Informe a la Conmebol
Lugones narró que hubo una segunda vez en la que, ya sin él, el delegado de seguridad de Always Ready y otra persona que trabaja en ese club, además de efectivos policiales, ingresaron de nuevo al camarín, lo que “molestó a los árbitros, y ellos lo pusieron de esa manera en su informe”.
A la conclusión del partido, el ex árbitro boliviano recibió un llamado del presidente de la Comisión de Árbitros de la Conmebol, a quien le entregó verbalmente un detalle de lo ocurrido y luego redactó un informe escrito para elevarlo ante esa instancia.