El expesidente de Bolívar y de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) venció al coronavirus en una batalla en la que su cabeza tuvo mucho que ver para no caer en la depresión ni dejarse vencer.
Con el alta médica y retirado de la dirigencia deportiva, Guido Loayza Mariaca comienza a volver a hablar de fútbol y tenis, sus dos pasiones deportivas.
Manda un mensaje a la dirigencia del balompié nacional, le pide hablar de fútbol y no enfrascarse en discusiones.
También habla, casi inéditamente, de la constante lucha por ser el mejor entre los tenistas Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer
– ¿Cómo está ahora que le comunicaron que sus pruebas COVID-19 dieron negativas?
– Estoy tranquilo. Parece mentira, pero ya está, me han dicho que estoy bien, me dieron el alta. Ahora hay que valorar más la vida y el tiempo que uno tiene.
– Cuando informó que había dado positivo usted dijo que estaba librando una batalla desigual contra un rival más fuerte.
– Era como en el boxeo, él como peso mediano y yo como peso mosca.
– ¿Cómo trabajó la parte mental para salir adelante?
– Hice un esfuerzo grande porque saber que tienes coronavirus te deprime. Cuando me avisaron del contagio dije ‘aquí todas las cosas están en contra’, pero no me quedé ahí, sino que traté de hacer otras cosas como la lectura, escribí algunos textos y así pasaron los días y gracias a Dios lo pude superar.
– ¿Qué recomendación siguió más que otras?
– La de un médico argentino que me pidió no darle importancia a todo lo que se dice o aparece en redes sociales respecto a la enfermedad, porque estamos viviendo en total ignorancia al respecto. Me dijo que me olvidara de tomar tal o cual o cosa, que el dióxido de cloro y esas cosas. En este modelo económico que vivimos la investigación no rinde nada, no da nada y así fue en todo el mundo. Del coronavirus no se sabe nada, solo queda encomendarse y ojalá que salgas.
Me hice los análisis y vimos cómo estaba mis IgG e IgM (proteínas que reconocen, captan y bloquean los virus) y cada vez los resultados eran mejores.
– ¿El tratamiento lo hizo en su casa o estuvo internado en algún centro médico?
– Solo en mi casa, totalmente aislado, felizmente nadie se contagió.
– ¿Cómo fue el protocolo médico que siguió?
– Creo que yo me he estado medicando desde hace un año. Cuando estuve en Estados Unidos el año pasado compré un suplemento de minerales y vitaminas y cuando me dieron una lista de cosas para tratar el coronavirus me di cuenta de que estaba tomando todas las recetas.
Después llegaron las ivermectinas y las otras cosas, he consumido todo lo que me dijeron hasta que me fui poniendo mejor. El IgG de reacción para combatir el virus empezó a subir.
– Recibió mucha solidaridad…
– Me sorprendió y me reconfortó saber la cantidad de amigos que había tenido. Ya se imaginará la gente los videos que me mandaron los Etcheverry, Quinteros, Melgar, Cristaldo, Sánchez y toda la selección de 1993; también la gente de Bolívar, mis colegas, los jóvenes a quienes en su momento ayudé para algún trabajo. Fue un impulso importante recibir tanta solidaridad.
– Sus amigos de The Strongest también lo han debido saludar…
– Ellos están muy felices (matiza). No. Cuando uno pasa por esto no hay Tigre ni nada, la enfermedad te pone la realidad de verdad, a un lado quedan las anécdotas.
‘Me sorprendió y me reconfortó saber la cantidad de amigos que había tenido’.
– ¿Vio a Bolívar en la Copa Sudamericana?
– Por supuesto. No merecíamos perder, cambió con Vladimir Soria y Wálter Flores el funcionamiento del equipo. Estoy seguro de que vamos a clasificar a la próxima etapa.
Uno revisa las estadísticas y observa que el mejor técnico que tuvo Bolívar es Soria, tiene números increíbles, armó un equipo bárbaro y él ha sido fantástico y ojalá que ahora sea igual.
– ¿Pudo ver a la selección?
– Me dio mucha pena, sobre todo el partido aquí. Estamos rompiendo muchos récords históricos, estuvimos invictos por muchos años y se quiebra todo eso.
Hay que mejorar muchas cosas, el fútbol tiene que mejorar, no podemos seguir con esa pantomima de peleas internas donde hay de todo menos fútbol.
Aquí no se pelean porque vuelva el campeonato, que la selección trabaje, el fútbol está fuera de la discusión y eso me da mucha pena.
Todos juegan en Sudamérica y nosotros no tenemos ni fecha en el calendario.
Hay que ver cómo mejoramos la situación, la gente me dice que en mi gestión solo se hablaba de fútbol porque el trabajo lo hacíamos con pasión, con todo.
– ¿Qué dice del tenis, su otra pasión?
– En realidad he vuelto de a poco a hacer ejercicios, comencé a nadar. Me prohibieron actividad física y pienso que es malo, uno se debilita.
Si Roger Federer puede volver, yo también tengo que ponerme en forma para ir de nuevo a las canchas.
– Ha debido aprovechar para ver tenis durante su tratamiento…
– Claro. He visto como el perverso de Novak Djokovic y Rafael Nadal le están empujando a regresar a Federer. Esto va a seguir porque nunca más se volverá a ver tan linda y dura competencia entre los tres.
– ¿Considera que son los mejores?
– Pero de toda la historia. Nunca se vio antes una competencia con tanta categoría y esfuerzo que ponen esos tenistas. En Estados Unidos tuvo que salir Djokovic por sanción para que gane otro que no sea de ese trío, porque son dueños de los Grand Slams y de todos los grandes campeonatos que se juegan.
‘Si Federer puede volver, yo también tengo que ponerme en forma para ir de nuevo a las canchas’.
Veo tenis hace muchos años, he visto grandes duelos, pero con esta superioridad en ningún momento.
Hace cinco años aparecieron nuevas figuras, pero no ganan nunca, no pueden contra ellos, que se esfuerzan para mantener su supremacía.
– ¿A quién apoya usted?
– A Rafael Nadal por el idioma. me gusta el estilo de juego de Federer, es un tenista clásico, no dice malas palabras, es un caballero, pero el respaldo es para Nadal.