La figura del partido podía ser cualquier jugador de mitad de cancha para adelante de Bolívar si se consolidaba el gran comienzo que tuvo y la buena producción de sus integrantes en el primer tiempo. Los candidatos eran varios: Fernando Saucedo, Ronnie Fernández y, unido a ellos, desde atrás por la banda izquierda, Roberto Carlos Fernández.
Pero como el encuentro dio un giro que empezó a complicarle la vida a la Academia, surgió nítidamente el golero celeste Carlos Lampe, que no solo atajó notablemente un penal cuando su equipo iban en ventaja por dos goles de diferencia, sino que posterior a ello, en los momentos difíciles, sacó pelotas que iban camino al fondo de su arco.
A los 21 minutos, Lampe evitó el descuento lanzándose abajo, a la derecha, para sacar la pelota lanzada por Marcos Riquelme en la pena máxima.
A los 39’ volvió imponerse a Riquelme ante un cabezazo de éste y poniendo su pie izquierdo para impedir que el balón se fuera a la red.
No pudo contra Adalid Terrazas, quien lo venció de penal (48’) antes del descanso.
Sin embargo, fue determinante en jugadas de la segunda mitad que frenaron a Always Ready.
Por ejemplo, atajó bien ante un balonazo de Dorny Romero y luego frente a otro de Edarlyn Reyes, en acciones en las que, si no hubiera sido él, Bolívar habría sufrido la igualdad y algo más.
Finalmente, Romero lo venció para el 2 a 2 (64’) y también se salvó ante un disparo al palo del mismo jugador dominicano.
Pero hecho el balance del partido y de sus atajadas, a no dudar que para que Bolívar haya conseguido al menos un punto, Lampe fue determinante.