El partido Bolivia vs. Argentina se jugará sin público en las graderías, pero la selección no estará sola el martes (16.00), pues al menos contará con el apoyo de decenas de privilegiados aficionados quienes viven en los rascacielos aledaños.
El estadio Hernando Siles está en el corazón de Miraflores, casi en el centro paceño, y en gran parte de su alrededor hay edificios de departamentos que tienen una inmejorable vista hacia el campo de juego.
Hay otros tan altos que están a una o dos cuadras más allá, rumbo a la plaza Uyuni o en la Avenida Busch, y que también ofrecen hermosas vistas.
José Antonio Álvarez y su familia ocupan un departamento en el piso 23 de uno de esos rascacielos, y podrán ver el partido desde la comodidad de su hogar, pegados a las ventanas.
Hincha de The Strongest, el cabeza de la familia Álvarez asegura que tiene su tarjeta Tigre de Oro y que cuando se trata de su equipo está siempre presente en la tribuna. Lo haría también ahora con la selección.
Esta vez, por motivos de cuidado de salud acordó con su esposa, Ericka España, y sus hijos Pamela y Pablo, invitar cada uno a una persona, o sea que en total serán ocho los de su tribuna.
“Vamos a estar reunidos en familia, pero será un grupo reducido. Hemos tenido varias solicitudes, pero por la pandemia decidimos recibir a personas más cercanas”.
Desde su departamento se puede ver toda la cancha, excepto el sector del tiro de esquina de la curva sur pegado a la preferencia. Por supuesto que también seguirán la televisión para la respeticiones.
“Conseguiremos más banderas de Bolivia para apoyar desde lejos y tratar de que los argentinos se sientan presionados. La selección no estará sola, los vecinos que ocupamos departamentos desde el piso 19 para arriba somos evidentemente privilegiados”.
Otro “palco”
En la Avenida Hugo Estrada, justo detrás del espacio abierto entre la tribuna de preferencia y la curva sur se construye un edificio de varios pisos y sus primeras seis plantas son como palcos.
Los obreros que están a su cargo de la estructura asistirán a su jornada laboral de martes y a la hora del partido se tomarán una pausa para ver en acción a la Verde. Algunos ya lo hicieron en el partido que Bolívar jugó contra Palmeiras por la Copa Libertadores de América, aunque era de noche.
Cerca, casi detrás del arco sur, está otro edificio de 15 pisos. Uno de los porteros, que prefiere no identificarse, afirma que desde el piso 11 se puede tener una vista panorámica de la cancha. Los dos últimos pisos tienen ventanas amplias para tener mejor vista.
“Si me toca turno, ni modo, tampoco soy muy afecto al fútbol, primero está el trabajo. Si es descanso no sé si vendré a ver, hay tiempo para pensar esa posibilidad, aquí hay familias afortunadas que podrán ver a Lionel Messi”.
Atrás, en la Avenida Saavedra hay otro edificio y desde las plantas superiores se puede seguir las acciones de un partido. Dos rascacielos están al frente de la tribuna norte. Un ocupante del octavo piso ya colgó una bandera boliviana en una de sus ventanas.
En el otro, de menos pisos, desde los dos últimos se podrá ver las incidencias del choque entre Martins y Messi.