El Servicio Departamental de Deportes (Sedede) de La Paz y Agricultura Intensiva (Agrint), que tiene a su cargo el cuidado del césped del estadio Hernando Siles, rechazaron rotundamente que el campo de juego esté “una mierda”, que fue la expresión que utilizó el técnico de Bolívar, el brasileño Antonio Carlos Zago, para criticar el domingo las condiciones del gramado en el clásico frente a The Strongest.
El terreno de Miraflores “no merece un calificativo así. Cada quien se expresa de acuerdo con su formación. No lo conozco al señor Zago, sabrá por qué lo dice, por qué habla tan mal, pero deja muy mala impresión”, declaró Juan Méndez, de Agrint.
Admitió que, por efecto del trajín de partidos, tanto de la competición doméstica como de la Copa Libertadores, la cancha puede tener algunas imperfecciones porque es corto el tiempo de trabajo entre partido y partido para recuperarla.
“De la Conmebol no recibimos ningún mal adjetivo, recientemente calificó y nos expresó que el terreno llegó en óptimas condiciones para la Copa Libertadores”, recordó.
Tres semanas
Méndez admitió que se necesita un espacio de tres semanas para trabajar en la recuperación de los sectores donde más dañado está el terreno, y para ello la cancha debe cerrarse.
“Necesita una escarificación, eso es que una máquina haga un rastrillaje profundo para arrancar el material muerto, polvo, basura y hojas secas y luego mejorar la oxigenación con fertilizantes”.
Bolívar y The Strongest hacen uso del escenario, lo mismo que ocurrió con Always Ready en la Copa Libertadores.
Ofrecimiento de Claure
Marcelo Claure, presidente de Bolívar, se expresó en sus redes sociales y lanzó la idea de que sea su club el que tome a su cargo el mantenimiento del césped del mayor estadio del país sin ningún costo.
Julio Torres, director del Sedede, señaló que “se trata de una opinión de él, si quiere colaborar bienvenido, pero querer administrar o hacerse cargo de una parte del estadio es imposible, el Hernando Siles es un escenario del Estado, por tanto, es inalienable e intransferible”, aclaró.
Si hay quejas por el estado de la cancha, no es por falta de presupuesto para invertir en su mantenimiento, sino porque no hay tiempo para realizar el tratamiento respectivo debido al uso que se le da al recinto en la competencia local e internacional.