Desde Guillermo Viscarra hasta Jaime Villamil —el último atigrado que ingresó a la cancha— la figura en Quito fue el equipo de The Strongest, que estuvo firme, todos sus integrantes tuvieron un enorme derroche físico y fueron solidarios para sentenciar el empate en la visita a Universidad Católica.
Viscarra mostró su buen momento tapando algunas pelotas peligrosas, pero no pasó tantos apuros sobre todo porque sus compañeros también se entregaron. Fue impresionante ver a los atigrados despejando balones hasta el último minuto, desbaratando todos los intentos de sus adversarios.
El libreto de juego inteligente, bien aplicado en la primera media hora de juego, tuvo que variar en algo desde la roja directa a Martín Prost a los 35 minutos por un impacto con los toperoles sobre el rostro del arquero Darwin Cuervo.
No cambió el orden táctico con el que había comenzado la propuesta del técnico Cristian Díaz, sino que los futbolistas tuvieron que redoblar esfuerzos para que no se sintiera la ausencia de su compañero, y así lograron mantener su arco en cero hasta los 97 minutos.
A diferencia de lo endeble que fueron las líneas en Montevideo, frente a Plaza Colonia (2-0), esta vez el Tigre puso a una defensa de cuatro en la que destacaron Saúl Torres, Gonzalo Castillo, Ismael Benegas y Juan Pablo Aponte, bien plantados, cubriendo espacios y rechazando todo lo que venía en contra.
Luciano Ursino bajó mucho a colaborarlos. El mediocampista hizo una doble función y acabó fundido, pero habiendo cumplido su cometido.
Lo mismo, fueron unos bastiones Diego Wayar y Fernando Saucedo para presionar desde la mitad de la cancha y recortar los espacios de tal manera de provocar los errores en sus adversarios.
De ahí para arriba, cuando todavía era posible, Rodrigo Amaral cuidó bien la pelota y provocó algunos ataques, combinando con un resistente Enrique Triverio, otro que jugó hasta no poder más, y Prost.
Luego, con la salida del expulsado, Triverio y Amaral también bajaron a ayudar.
Así, el dominio de Universidad Católica fue solo eso porque la pelota no pasó jamás la línea de sentencia. Cuando estuvo cerca lo impidió Viscarra, pero por lo general había mucha gente rechazando y cerrando espacios.
La serie quedó abierta a la espera de su definición en La Paz, donde The Strongest contará con la ligera ventaja de ser local, algo que no supo aprovechar el conjunto ecuatoriano.