La selección nacional tiene previsto regresar a La Paz en la madrugada de este sábado y, en cumplimiento del protocolo de bioseguridad de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), deberá quedar aislada en un hotel distinto al que ocupan los jugadores y miembros del cuerpo técnico que no fueron tomados en cuenta para el partido contra Brasil.
El cronograma para el fin de semana indica que a la llegada a El Alto o en el peor de los casos en el ingreso al hotel de concentración se tomarán pruebas PCR a jugadores y cuerpo técnico para descartar contagios de la COVID-19 para ganar algunas horas.
“Es así nuestro protocolo, fue aprobado y lo debemos cumplir. No sé cómo será el de otras selecciones”, indicó una fuente de la FBF.
Eso significa que sábado y domingo el grupo no podrá trabajar completo en La Paz y recién el lunes, un día antes del juego frente a Argentina, se reunirán de nuevo los 32 convocados. El técnico César Farías va a monitorear y coordinar con Pablo Escobar, su principal asistente de campo, el trabajo de los diez jugadores que se quedaron.
Después del partido en Sao Paulo, el cuerpo médico hizo una rápida primera revisión a quienes jugaron y no se detectó ninguna molestia que pueda poner en riesgo la presencia de alguno en el siguiente compromiso.
“Por ahí hacen alguna labor de gimnasio en el hotel o algo liviano en un espacio abierto pero es muy difícil que vayan a la cancha”, agregó la fuente.