Leonel Justiniano regresó a la cancha después de superar una lesión. A la larga, el capitán de Bolívar fue la figura del partido contra Wilstermann (2-0). Él fue quien protagonizó la jugada determinante que dio lugar al primer gol celeste y derrumbó la fortaleza defensiva aviadora.
“Leo es el alma de este equipo, le pedí que hiciera el esfuerzo, hablamos antes de que iba a jugar 60 o 70 minutos, pero era un partido que no estaba para que saliera, fue un jugador fundamental”, reconoció el técnico Flavio Robatto.
Justiniano peleó todo el tiempo en el centro del campo de juego. A los 89 minutos fue a forcejear y a quitar la pelota en una salida aviadora, de ahí surgió la habilitación hacia el centro del área, donde Fabio Gomes bajó con el pecho y puso el 1 a 0.
“Ha sido un partido difícil, la mayoría de los equipos que vienen buscan su estrategia para complicarnos. El otro equipo vino a meterse atrás y a no jugar mucho como suele hacerlo, pero luchamos hasta el final y fue muy meritoria la victoria por lo que hicimos”, declaró el futbolista en la conferencia de prensa.
Después de esa guapeada determinante, Bolívar tuvo una chance más y la metió Alfio Oviedo para sentenciar el juego con el 2 a 0 a los 95 minutos.
Según Robatto, su equipo “no estuvo fino en algunas situaciones, pero fuimos dominadores y merecedores de la victoria. A la larga, cuando vengan a jugarnos así, de 15 partidos perderán 14”, matizó el DT.
Bolívar se abocará ahora a prepararse para visitar el próximo jueves al Flamengo brasileño en la ida de octavos de final de la Copa Libertadores, después de que el clásico con The Strongest, que estaba programado para el domingo, fue suspendido.
“No es el Tigre ni Bolívar, es el fútbol boliviano. La postergación es importante para que lleguemos enteros a la Libertadores”, opinó, finalmente, el entrenador.