Debido a problemas con su bote guía, el nadador italiano Andrea Oriana, de 47 años, “abortó” el martes su intento por implantar un récord mundial en el lago Titicaca nadando unos 43 kilómetros desde Perú hasta Bolivia.
La “Misión Titicaca” había sido postergada una semana antes por el mal tiempo.
En la segunda vez el nadador ya había recorrido cerca de 4 kilometros, pero su bote guía dejó de funcionar porque el motor quedó atrapado con una red de pesca.
“Andrea partió de Ilave (Perú) a las 10.00 con un buen clima, pero luego de tres o cuatro kilómetros el motor se enredó con una red, en el lado peruano del lago vimos mucha red de pesca, entonces tardamos como una hora en salir de ahí”, contó a PREMIUM Mauricio Salas, juez nacional designado para la prueba.
“Andrea siguió nadando y perdimos el contacto hasta que recibimos una llamada desde Perú, que nos dijeron que él decidió volver. Hasta ese momento no había pasado la frontera hacia Bolivia”, agregó.
No se rinde
Oriana se pronunció en sus redes sociales: “De repente todos golpeamos contra el muro de lo imprevisto. El bote tuvo una falla mientras se abastecía y me encontré solo en el lago con la idea de tomar una decisión: avanzar o retroceder a la orilla. Finalmente prevaleció la lucidez del sentido común que me llevó a detenerme en el punto de partida esperando la llegada de la embarcación”.
“Este lago está demostrando ser un hueso duro de roer y me está poniendo a prueba día tras día, pero quien me conoce sabe que hace falta algo más para que me rinda. (…) Todos hemos cometido errores, debemos ser conscientes de ello sabiendo que el porcentaje de error nunca debe convertirse en un desastre. Todo se puede cambiar, adaptar y modificar. Por eso estoy más listo que nunca para volver al agua, aún más motivado, más enojado, pero siempre col”, agregó.
Más de cuatro horas
En los poco más de cuatro kilómetros que nadó el italiano, tratando de unir los 42,64 kilómetros entre Ilave y Escoma (Bolivia), estuvo dentro del agua y sin traje de neopreno (que evita que entre en contacto el cuerpo con el agua y que mantiene el calor corporal) más de cuatro horas a una temperatura de 12 grados centígrados.
“Andrea se siente frustrado por lo que está pasando, en realidad todos estamos así, pero todavía no se dio por vencido porque aún tiene en mente implementar este récord mundial que nadie intentó hacer. Él se encuentra en la Isla del Sol (su lugar de concentración) y está analizando qué día volver a intentarlo. Lo más seguro es que sea en la siguiente semana porque debe regresar a su país el 20 de este mes”, detalló Salas.
La marca que quiere lograr el bañista europeo es extrema. Si lo logra se prevé que nade de manera continua durante unas 13 horas.