Henry Vaca terminó llorando. Quería que la despedida de la selección ante la poderosa Brasil fuera diferente. Toda la noche intentó quebrar a la defensa rival, mostró su habilidad, la actitud de jamás darse por vencido y al final se quebró por el amor que le tiene a la Verde.
Fue la figura de Bolivia. Recostado generalmente por la banda derecha fue protagonista de la mayoría de las acciones de ataque. Se asoció cuando pudo con Marcelo Martins, en el segundo tiempo con Ramiro Vaca y lo único que faltó fue la puntada final.
Él tuvo una clara a los 21 minutos, fue a “morder” y le sacó tajada a un error de Marquinhos, encaró y se sacó una marca, pero definió al cuerpo del arquero Alisson.
Acto seguido protagonizó otro desborde y mandó un centro que Martins no pudo conectar.
Otra acción clara suya fue la de los 55 minutos, cuando ingresó al área, mandó un centro, pero Marquinhos alcanzó a desviar la pelota.
Con el ingreso de Ramiro Vaca en el segundo tiempo mejoró la imagen del juego de Bolivia y llegó con más orden y fútbol al ataque.
En los primeros minutos de la reanudación el equipo intentó el gol del descuento, pero los yerros en defensa ayudaron a que Brasil liquide con goleada.
A los 75, Henry Vaca le entregó el balón en bandeja a Ramiro Vaca, quien increíblemente no pudo convertir.
En 2020, cuando la fase de clasificación daba sus primeros pasos, el brasileño Atlético Goianiense le rescindió contrato a Henry Vaca.
En un momento difícil para él, César Farías lo llamó a la Verde para los partidos contra Ecuador y Paraguay a pesar de las críticas del periodismo y la gente por esa convocatoria.
En 2021 jugó en Oriente Petrolero, donde recuperó su nivel. Y en 2022 regresó a The Strongest, y sigue destacando.
Con la selección, este martes, disputó un buen partido. Lo que hizo sirvió para mostrar su gran momento y que hay que tomarlo muy en cuenta en el futuro.