Pablo Godoy inició el martes un nuevo ciclo como entrenador de Always Ready y admitió que no es el mejor momento del plantel: “nos toca agarrar un fierro caliente”, declaró, a propósito de la coyuntura por la que atraviesa el club, que no ha tenido un buen inicio en el torneo Apertura de la División Profesional del fútbol boliviano.
“Estamos de vuelta a casa, hasta que haya un comunicado oficial de nuestro querido presidente (Andrés Costa)”, declaró Godoy, al final del entrenamiento del primer plantel en Villa Ingenio, y sin saber si asumirá interinamente o permanecerá al frente de la plantilla para afrontar la Copa Libertadores.
“Nosotros somos empleados del club y siempre vamos a estar predispuestos a trabajar, donde sea y cueste lo que cueste. Hoy hemos arrancado esta nueva etapa con un plantel que está lastimado porque los resultados que no se dan”.
Hasta que tenga una comunicación oficial respecto del tiempo que permanecerá al frente de la plantilla, porque no habló del tema con los dirigentes, admitió que le gustaría dirigir en la Copa, pero por ahora hay que abocarse al partido con Wilstermann, el domingo (15.00) en El Alto, por la fecha 5 del Apertura.
“Es una final, hay que trabajarla para darle una alegría a Villa Ingenio”, manifestó.
Al regresar a la dirección técnica del primer plantel habló solo con los capitanes sobre el momento del grupo: “están tristes, lastimados, quieren revertir rápido esta situación y la única manera de hacerlo es trabajando”.
Pidió, además, paciencia a los hinchas, porque el torneo acaba de empezar, y sobre todo “porque este grupo está para grandes cosas, pero hay que llevarlo de a poco, hay que darle la tranquilidad que requiere”.
Godoy estuvo 33 días fuera de la plantilla, cesado de su cargo el 27 de enero. Ahora está de vuelta para reemplazar a Sebastián Abreu, quien precisamente fue el técnico que llegó en su lugar.
“El anterior cuerpo técnico ha dejado muchas enseñanzas, pero las cosas no le salieron”.
A partir del miércoles empezará a armar el equipo para el cotejo ante el Rojo. “Hay mucha gente en el plantel, de mucha jerarquía, tenemos que unir cabezas y volver a la alegría que nos caracteriza en Villa Ingenio”, recalcó.
“Hay que retomar la confianza, darle alegría a la gente, a nosotros mismos, a nuestras familias y a la dirigencia, esperemos que estemos a la altura de la exigencia”, finalizó.