Héctor Garibay aterrizó en París este viernes, unas 24 horas antes de correr el sábado (02.00 en Bolivia) la maratón de los Juegos Olímpicos, donde pondrá en escena todo su esfuerzo en procura de representar bien a Bolivia en la competencia más dura del atletismo.
Residentes bolivianos en Francia fueron al aeropuerto parisino para esperarlo y alentarlo, firmó algunos autógrafos y se tomó fotografías con ellos. “Bolivia, Bolivia, Bolivia”, gritaban los aficionados y le expresaban su apoyo.
“Estoy muy contento, esperé con ansias todo esto, ahora a demostrar todo el trabajo que realizamos estos años”, declaró a los periodistas que fueron a esperarlo.
Garibay llegó con retraso debido a que un día antes perdió la conexión en Bogotá, sin embargo, aprovechó el incidente para descansar y entrenarse en la capital colombiana.
“El día que estaba esperando ha llegado y más que todo hay que disfrutarlo”, agregó.
Se le notó muy tranquilo, sin fatiga por el viaje. “Estoy bien, ahora quiero representar de la mejor manera a Bolivia, para eso nos hemos preparado y toca demostrarlo mañana”.
En las horas previstas su dedicación estará centrada al descanso y la hidratación para llegar en óptimas condiciones al inicio de la prueba, dijo que ni siquiera era necesario ir a hacer el recorrido una vez más.
“El año pasado vine, hice el reconocimiento del terreno y lo conozco muy bien, la planificación la hemos hecho desde hace tiempo”.
Después de atender a los periodistas y a los aficionados, los emisarios del Comité Olímpico Boliviano (COB), que fueron a recibirlo al aeropuerto, lo trasladaron a la Villa Olímpica, el lugar donde esperará hasta que sea la hora de ir a la partida.
“Hay que concentrarse en la competencia y demostrar lo que hemos trabajado, bastante tiempo hemos practicado, hemos sufrido mucho en los entrenamientos y ahora hay que disfrutar la carrera”.
Garibay correrá luciendo el dorsal 404. En total, incluido él, serán 80 deportistas. Se codeará con los mejores del mundo y su ilusión será “la de dar pelea”.