Gustavo Florentín elogió al final del partido a su equipo por haber sido “muy obediente” tácticamente y por haber mantenido “un equilibrio importante”.
Fueron sus palabras en alusión al cero a cero del primer tiempo de la visita de The Strongest a Barcelona, aunque en la segunda mitad el Tigre encajó con cuatro goles y terminó goleado.
Apenas con un entrenamiento, el nuevo DT atigrado se animó a hacer cambios sustanciales y convirtió al equipo en uno muy defensivo, con siete jugadores de campo con esa vocación y los otros tres virtualmente obligados a cumplir la misma función.
Lo más sorprendente fue que utilizó a sus cuatro laterales a disposición (Torres, los hermanos Sagredo y Bejarano), a dos los puso en su función habitual y a los otros dos los improvisó como volantes tapones por sus bandas.
Fue bueno el resultado del primer tiempo porque el score cero a cero no se movió.
También destacó “el esfuerzo y las ganas que pusieron la gran mayoría de los jugadores” a quienes —dijo— no se les podía pedir más “porque hemos tenido una conversación y un entrenamiento, nada más”.
El gran problema se le presentó cuando llegó el 1 a 0 a los 37 segundos del complemento. Todo lo anterior no sirvió de nada. Ahí empezó a hacer cambios para recuperar el juego habitual del Tigre esta temporada y no le surtieron. A la larga, las líneas se debilitaron y se precipitó la goleada.
The Strongest reaparecerá en la Libertadores el martes, también como visitante ante el Santos brasileño, donde Florentín espera que “de media cancha para arriba el equipo tenga otro tipo de intensidad”, además de “inculcarles la idea de juego que pretendemos”.