Por Gustavo Cortez / Periodista
La gestión de Fernando Costa en la Federación Boliviana de Fútbol comenzó bien, pero con el tiempo se ha ido deteriorando con malas decisiones, y no extrañaría que no llegue a 2026, año en que se cumple su segunda gestión.
El dirigente ha equivocado el camino en diversas ocasiones. A ver, trajo a un técnico argentino para las Eliminatorias y no le exigió nada. Gustavo Costas no trabajó y la selección echó por la borda sus aspiraciones con un bochornoso inicio en el camino al Mundial 2026.
El año pasado, con el argumento de que había un amaño de partidos y corrupción, suspendió el torneo y éste casi, casi queda desierto. Más bien la competencia volvió y el señor Costa salvó el pellejo. Lo gracioso es que aceptó que vuelva el torneo después de que se castigó solo a algunos involucrados.
En la actualidad su gestión se está llenando de denuncias de corrupción y una de ellas tiene que ver con él. Un dirigente de Santa Cruz (Noel Montaño), que ha sido expulsado del fútbol en el último congreso, dijo que Costa sobornó a un árbitro para que perjudique a un equipo que iba camino al título.
No sabemos si eso es verdad o mentira. Lo cierto es que la denuncia se suma y está creciendo como una bola de nieve.
Hace unos días tres clubes de Santa Cruz, entre ellos dos grandes, Oriente Petrolero y Blooming, además de Royal Pari, pusieron sobre la mesa sus demandas y ser atendidos, caso contrario, anticiparon que no se presentarían a jugar en el próximo torneo.
Costa, muy suelto de cuerpo, no quedó en silencio y replicó. Dijo que es decisión de los clubes participar o no en el torneo. Hum… Esto no puede decir un presidente de federación. Primero está la diplomacia y la cordura. Un dirigente de tal cargo no puede expresarse así.
Bueno, parece que lo grave llegó y el señor Costa está contra la pared. A los clubes cruceños se ha sumado Bolívar. Entre todos le dijeron a Fernando Costa que, mientras se haga una investigación exhaustiva de las denuncias en su contra, tome una licencia en su cargo, advirtiendo de nuevo que analizarán si juegan o no el próximo campeonato. Un torneo sin Bolívar, Oriente y Blooming sería inconcebible por la historia y tradición que tienen estos clubes.
No sabemos si se sumarán otros clubes, pero el presidente de la federación tiene ahora un gran problema en puertas, y soluciones rápidas y fáciles no parece que estén a su alcance.
Por lo que se ve, en este juego de ajedrez, Bolívar ha movido una ficha que podría provocar un jaque mate a la gestión de Fernando Costa en la federación.