El seleccionador de Bolivia, el venezolano César Farías, dejó este martes por la noche el estadio Hernando Siles esquivando preguntas incómodas y respondiendo solo las que le convenían, tras la goleada sufrida ante Brasil (0-4) en el cierre de las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.
Farías, que terminó su contrato con la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), accedió a hablar con los periodistas al salir de Miraflores y todo iba bien hasta que uno de ellos le hizo una consulta sobre la eliminación de la Verde.
En lugar de responder dio paso a otra. Luego de ello, un comunicador le dijo que “le pedimos responder todas las preguntas profesor”, entonces el DT optó por marcharse de la improvisada zona mixta con un “buenas noches”.
“Me voy con tranquilidad”
Previo al incidente Farías aseguró que deja la selección nacional con la sensación de haber dado todo de sí a pesar de que los resultados no le acompañaron.
“Me voy con tranquilidad, lleno de amigos, lleno de gente que también cree en lo que hicimos. Es normal que haya distintas ópticas. (Se va) con la tranquilidad de tener una actividad personal que me haga salir adelante”.
Agregó que “las decisiones hay que saberlas asumir porque todo en la vida tiene riesgos y también sé que cuando pasa la tormenta viene la calma y se podrá analizar las poquitas cosas provechosas que pueden continuar, y eso creo que será importante (para) no arrancar de cero”.
Talento joven
Destacó el desempeño de sus jugadores ante Brasil y les auguró mucho futuro.
“Lógicamente queríamos mejorar resultados y no se dieron, pero el fútbol es así, no podemos buscar más excusas, sino saber que hemos terminado, que terminamos hasta el final, sin problemas, creyendo en el jugador boliviano y sentirnos bien con nosotros mismos de vaciar el máximo como hoy. No tuvimos efectividad, pero qué les puedo reclamar a nuestros jugadores si se entregaron de lleno, pelearon, llegaron al arco contrario, tuvieron el 1-1, el 2-1 varias veces, el 3-1 y nunca se rindieron”.
Recalcó que los encuentros de eliminatorias ante rivales como Brasil y Argentina son “un termómetro” para los jóvenes y que “los obliga a tener que valorar lo que se debe trabajar para este tipo de partidos”.
“Hoy estoy seguro de que muchos se dieron cuenta que pueden competir y sienten frustración porque no pudieron conseguir un resultado, pero estoy seguro que van a encontrar la forma de seguir creciendo”.