El partido Always Ready vs. Bolívar tuvo algo poco frecuente en un partido: el árbitro Hostin Prado pitó tres penales en el transcurso de solo el primer tiempo y todos estuvieron bien cobrados.
El primero le favoreció a la Academia por una clara mano de Marc Enoumbá ante un remate de Lucas Chávez. La pelota iba camino al arco de la banda roja, por tanto, al zaguero, que se ganó la amonestación, no le quedó otra que cometer la falta.
A esa altura, Bolívar ya ganaba con un tanto de Fernando Saucedo a los 11 minutos.
El chileno Ronnie Fernández se hizo cargo de la pena máxima y disparó como todo un maestro: suave, al centro, engañando al golero Carlos Mosquera, quien se inclinó a su derecha. Fue el 0-2 parcial.
El segundo penal no tardó nada en llegar. Esta vez fue a favor de Always Ready por una falta de Brian Bentaberry sobre Adalid Terrazas a los 19 minutos.
Pero no acabó en gol gracias a una buena atajada del golero celeste Carlos Lampe, quien se lanzó abajo, a su derecha, y rechazó la pelota que había sido disparada por el exbolivarista Marcos Riquelme. Ocurrió a los 21 minutos.
La tercera pena máxima también le favoreció al equipo local. Fue un agarrón de Bentaberry a Riquelme. Muy leve, pero falta al fin. El árbitro cobró a los 43 minutos.
Terrazas se hizo cargo cuando ya transcurrían los 48’ y venció a Lampe con tiro bajo y fuerte (1-2).
La falta de costó al zaguero de Bolívar la segunda amarilla y la expulsión.
En el segundo tiempo, a los 82 minutos, Hostin Prado pitó un cuarto penal por una falta de Enoumbá en contra de Pablo Hervías. Pero la revisión del VAR detectó que la infracción, si bien existió, fue fuera del área. O sea, solo tiro libre.
Prado tuvo ahí dos errores: el segundo fue no sacarle otra amarilla al zaguero de la banda roja, que hubiera correspondido la roja por doble amonestación.