El paceño Paolo Vargas, quien busca convertirse en el primer deportista nacido en Bolivia en clasificarse a la prueba de esquí de fondo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina d’Ampezzo 2026, se entrenó por tres meses en España logrando una gran mejoría en su técnica y el aspecto físico.
Desde mediados de enero hasta mediados de abril trabajó bajo las órdenes del entrenador Marc Alonso, un especialista en los deportes de invierno.
Su llegada al país europeo se dio gracias a las gestiones de la Federación Boliviana de Ski y Andinismo (FEBSA) con el Club Elbruz, que ayudó con la logística e incluso le entregó material deportivo para que se pueda entrenar durante ese tiempo.
El trabajo
Fueron tres meses de puro entrenamiento, los ideales para un deportista de alto rendimiento en cualquier disciplina, ya que solo se dedicó a trabajar y descansar.
“Lo que hicimos al principio fue ver su nivel técnico y físico para determinar de dónde partíamos para planificar su estancia. Dividimos el entrenamiento en técnico, principalmente sobre nieve, y físico en nieve, corriendo y en el gimnasio”, explicó Alonso.
“En el apartado técnico siempre subíamos a la nieve, hacíamos distintos ejercicios para mejorar su técnica. Es un chico con mucha voluntad, se esfuerza, con ganas de progresar. El punto del que partimos era muy básico, había mucho por mejorar. Le limitaba más su técnica que el físico”.
Trabajaba tres días a doble turno y el cuarto descansaba, ese fue el ciclo que cumplió en la gran parte del tiempo que estuvo en el viejo continente.
“Entrenaba mañana y tarde, en la nieve por la mañana y por la tarde generalmente aprovechábamos para que vaya al gimnasio o corra”.
También fueron a Francia para entrenar en una pista con nieve, donde mostró mejoría, aunque no pudo competir porque los torneos fueron cancelados por la falta del manto blanco.
Vargas quedó contento por la mejoría y el entrenamiento que cumplió.
“Ha sido bastante útil, se ha podido mejorar la técnica, velocidad y físicamente también. Fue un trabajo demasiado óptimo. Hubo una gran mejora en la parte técnica porque el aprendizaje que tuve fue mal guiado, entonces a corregir los errores, mejorar todo y pude conseguir una técnica bastante optima”, indicó.
¿Qué sigue?
Vargas tiene un plan de entrenamiento que cumple actualmente y el objetivo es tratar de llegar en forma lo más que se pueda al inicio de las competencias en Sudamérica, que serán en Argentina y Chile desde junio próximo.
Serán eventos que otorgarán puntos de cara a la clasificación de las Olimpiadas de Italia.
Hay dos marcas de clasificación: A y B. La principal es que los deportistas tengan menos de 100 puntos y la segunda es menos de 150.
En estas disciplinas los esquiadores inician la temporada con 9.900 puntos y en cada prueba que compiten se les resta puntaje, mientras menos se tenga más arriba de la clasificación se estará.
Vargas tiene 700 y confía en poder llegar a la marca B. “Es posible clasificarse, será bastante difícil, ya que la nieve se eleva bastante, pero creo que se puede lograr”, sostuvo el paceño que apunta a dos pruebas del esquí de fondo: clásico y estilo libre.
“Hay que tener en cuenta que si un deportista va a competiciones con diferencias enormes eso no será beneficiosa ni para la autoestima del deportista ni para los resultados. Hay que ser prudentes. Evidentemente el objetivo es la clasificación, se puede conseguir, pero no hay que poner plazos cortos, hay que ir paso a paso”, apuntó Alonso, quien considera que el boliviano tiene el biotipo necesario para las competencias de invierno al estar muy bien adaptado a la altitud.