Las infernales temperaturas durante junio y julio en Catar obligaron a la FIFA y al país anfitrión a atrasar la competencia durante unos meses. En vez de empezar en junio, arrancará en noviembre.
De esa manera, desde el 15 de julio de 2018, cuando se disputó la finalísima en Rusia, hasta el primer día del torneo en Catar, el 21 de noviembre de 2022, habrá sido el período de mayor duración de espera entre una cita del evento más importante del fútbol y otra.
La razón tiene que ver con el calor. En Catar, un estado soberano árabe ubicado en el oeste de Asia y que ocupa la pequeña península de Catar en el este de la península arábiga, las temperaturas son demasiado altas durante casi todo el año, pero especialmente entre junio y julio, cuando llegan a 40°C y 50°C. Un clima imposible para practicar fútbol.
De esta manera, la decisión de la FIFA fue trasladar unos meses. En noviembre y diciembre el clima es de entre 20°C y 30°C.
Por el clima, incluso fueron construidos estadios con aire acondicionado.