Dilio Rodríguez exageró con las tarjetas amarillas que provocaron tanto la expulsión de Andrés Zeballos en el primer tiempo y de Nahuel Iribarren en el segundo, provocando que Oriente y Blooming terminen el partido con un jugador menos.
El clásico cruceño por la cuarta fecha del torneo Clausura de la División Profesional terminó igualado 2 a 2.
Incluso las primeras amarillas a cada uno de los que luego fueron echados son discutibles.
Zeballos vio la segunda y adiós a los 45 minutos. Su accionar, poniendo el cuerpo contra el de un rival, no pareció ni siquiera falta. El árbitro no lo entendió así y también le mostró la roja.
Cuando hay expulsión por doble amarilla, la norma indica que no se debe recurrir al VAR.
Lo increíble fue que, por esa situación y los reclamos, no había cuando el expulsado se fuera de la cancha.
En la segunda parte, Iribarren fue a tratar de rechazar el balón con la cabeza y se apoyo en el jugador de Oriente. Efectivamente hubo falta, pero no era para amonestación.
Los aciertos del VAR
El videoarbitraje anuló un gol y ratificó una decisión arbitral en otro tanto no validado, ambos de manera correcta que habían sido convertidos por Oriente.
A los 27 minutos, el cuadro albiverde consiguió el que podía ser el tanto del empate, pero el balón había dado en la mano del delantero. Dilio Rodríguez y compañía dijeron que era gol, pero tras la revisión se determinó que había que anularlo.
La otra acción fue a los 93. Estaba 2 a 2 y Oriente lo pudo ganar, pero el tercero fue en posición adelantada, tal como había cobrado la terna.
También fue determinante el VAR en una jugada de ataque en la que le cometieron falta a Tavares. Dilio Rodríguez dejó seguir, sin embargo, cambio su determinación tras ver del monitor poque hubo penal, que derivó en el segundo gol de Blooming.