The Strongest perdió en la casa del uruguayo Plaza Colonia, pero la sacó barata porque de verdad le pudo ir mucho peor. El 2 a 0 sufrido en el Centenario de Montevideo este martes parece remontable en La Paz, en el partido de vuelta dentro de una semana, por la segunda fase de la Copa Libertadores de América.
Recibió los dos goles en el primer tiempo, un periodo en el que jugó horrible; encima se quedó con un hombre menos por expulsión, entonces tenía todo en contra, como para temer una goleada que casi cerrara la llave.
Sin embargo, salió vivo porque Plaza Colonia no lo liquidó cuando debía —incluido un penal errado—, recompuso sus líneas en la segunda mitad y, aunque no pudo anotar, evitó que le hicieran más tantos.
Ahora, en Miraflores, deberá ganar por tres goles de diferencia para clasificarse directamente. Será difícil, pero no imposible.
Esa perjudicial línea de tres…
The Strongest no hizo pie nunca en el primer tiempo. La pasó mal. El experimento de la línea de tres en el fondo —primera vez en el año que jugaba así— no le sentó para nada. Tampoco contenía en el medio.
Plaza Colonia presionó de entrada y contó con espacios para llegar con peligro al área. De comienzo ya tuvo dos opciones, ambas tapadas por Guillermo Viscarra.
Con ese panorama sombrío, tampoco había que esperar mucho del Tigre en ataque, salvo un disparo de Rodrigo Amaral que fue como una aguja en un pajar.
El primer gol llegó de un servicio de esquina a los 19 minutos. Marcó mal The Strongest y dos cabezazos en el área suelen terminar adentro, aunque el segundo lo tapó magníficamente Viscarra, sin embargo, de su desvío hubo un tercero, de Juan Mascia, que mandó la pelota al fondo del arco.
A partir de ahí vino lo peor para el equipo atigrado. Estaba ahogado, superado por todas partes. Para colmo de males, Cristian Esparza se fue expulsado con roja directa por una imprudente y peligrosa patada a un rival. Eran los 33 minutos y mucho aún por jugar.
Lo siguiente en contra fue un penal por mano de Luciano Ursino, que Mascia definió con fuerza a los 38, poniendo el 2 a 0. Con todo en contra para el Tigre, el fantasma de la goleada empezaba a aparecer con fuerza.
En los últimos minutos de ese periodo, el equipo boliviano trató de tener el balón, criteriosamente, para que no le hicieran más daño. Sobre el final, un pase de Amaral a Enrique Triverio fue desperdiciado por el delantero argentino.
Los cambios y la buena fortuna
El DT Cristian Díaz cambió el “dibujo” para regresar a la segunda mitad. Volvió a la línea de cuatro de la que nunca debió apartarse. Y reforzó el medio sector. Eso significó que Plaza Colonia ya no tenía tantos huecos que aprovechar.
Aún así, el uruguayo tuvo servido el tercero, pero lo desperdició. Fue por obra y gracia del árbitro, que primero no cobró un penal clarito a favor de Plaza e inmediatamente después, marcó otro que no pareció existir.
No se hizo cargo Mascia que hubiera sido lo lógico en busca de su tercer gol de la noche. Lo tomó, en cambio, Nicolás Dibble, y decidió “picar” la pelota, facilitando la reacción de Viscarra, que tapó a los 57’. Con mucho aún por jugar, hacer un tercer tanto hubiera sido lapidario.
Le cayó bien al Tigre haberse salvado. Amaral hizo otra jugada, un amague, y un disparo que por poco no fue gol. El uruguayo fue el único de la visita que intentó algo en ofensiva. Luego se fue cansado.
El partido fue transcurriendo y The Strongest ya no sufrió tanto, tuvo más control sobre lo que hacía y lo que pretendía, que era no recibir más goles. Cerca del final, Manuel Redín casi pone el 3 a 0, pero remató muy ancho luego de quedar solo frente al golero.
Tras el pitazo final las sensaciones fueron diferentes: Plaza Colonia se fue pensando en que desperdició una buena ocasión para casi liquidar la serie; y The Strongest ya se puso a pensar en que, si bien será difícil, no tendría que ser imposible meter tres en La Paz y avanzar a la tercera ronda.