Sin haber dirigido nunca a un equipo de Primera División y con un salto inesperado como seleccionador desde la Sub-20 (pasando como asistente técnico en Rusia 2018) hasta la absoluta, Lionel Scaloni ha conducido a Argentina a romper una sequía de títulos y a conseguir los dos más ansiados para su país: la Copa América de Brasil 2021 y el Mundial de Catar 2022.
“Estar en la cima es algo único, un disfrute increíble”, declaró Scalonia luego de la victoria de Argentina sobre Francia en la finalísima de Doha.
Como entrenador su carrera es muy corta, pero exitosa. Fue seleccionador argentino Sub-20 y asistente técnico de la selección mayor cuando ésta, estaba al mando de Jorge Sampaoli en el Mundial Rusia 2018.
Luego recibió la oportunidad de ser el principal timonel de la albiceleste, a la que condujo a ganar la Copa América 2021 en Brasil.
Con la selección Sub-20 ya había sido campeón del mundo.
Pero la gloria mayor la encontró en Catar 2022, donde su selección empezó mal con una derrota ante Arabia Saudita en la fase de grupos; sin embargo, se fue recuperando con los triunfos sobre México, Polonia, Australia en octavos de final, Países Bajos en cuartos, Croacia en semifinales y contra Francia en la finalísima.
“Es un momento para disfrutar. Estamos acostumbrados a que nos golpeen, por eso sabemos estar en las buenas y en las malas”, agregó.
Su nombre se unió este domingo a los de los famosos entrenadores César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo, campeones del mundo con Argentina en 1978 y 1986, respectivamente.
“Todavía no nos damos cuenta, es un momento para disfrutar. Sobre todo, la gente. Nosotros vivimos esto, en las malas y en las buenas. Es un disfrute increíble haber estado en la cima. Le quiero decir a la gente que disfrute, que es un momento histórico para nuestro país. Para estos chicos y para todos los que quieran jugar para la selección argentina, que hagan esto que hicieron ellos hoy. Es lindo ser campeón del mundo”.
Agradeció a sus seres queridos, los que más cerca de él estuvieron en los momentos difíciles.
“Mi papá y mi mamá me enseñaron a nunca bajar los brazos, a no ir en contra de nadie y a darle para adelante siempre. Tuve la suerte de estar acá y soy un agradecido”, finalizó.