Ramiro Siles / Jorge Asturizaga
En un análisis publicado en las redes sociales, César Farías afirma que su ciclo como seleccionador nacional, que está a punto de terminar, le deja a Bolivia una generación de futbolistas que son la base para afrontar los próximos tres ciclos y destaca los logros de su labor y el de su equipo.
“Memoria del proceso” es el título del trabajo, que incluye el periodo 2019-2022.
“Bolivia ha sido una selección capaz de hacer más con menos, pero el crecimiento continúa dependiendo de maximizar el potencial, comprendiendo en profundidad el contexto real en el que se trabaja”, es una de las conclusiones del DT.
Farías reapareció en sus redes sociales para, en un formato PDF, detallar los aspectos positivos de su gestión, a pesar de que Bolivia quedó eliminada del camino rumbo al Mundial de Catar 2022, en el premundial al que todavía le quedan dos jornadas: ante Colombia en Barranquilla y frente a Brasil en La Paz.
El entrenador venezolano fue designado DT oficial de la Verde el 30 de agosto de 2019 por el Comité Ejecutivo de la FBF, entonces presidido por César Salinas, quien falleció a mediados de 2020.
En 2018 había dirigido al seleccionado en amistosos, en calidad de entrenador invitado.
Bajo la sombra del 93-94
“Nuestra llegada a la Selección Nacional de Bolivia requería de recuperar la expectativa. Nos encontramos con un escenario en el que el equipo nacional había perdido valoración y confianza. Un país que vive con la enorme referencia de la clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994, pero que tras seis eliminatorias no había podido competir de forma efectiva contra sus rivales por un lugar en la Copa del Mundo”, escribió Farías en su presentación.
Entonces “nos propusimos que Bolivia volviera a demostrar competitividad y pelear por esos lugares de privilegio, pero paralelamente realizar un trabajo de más largo alcance que permitiera al final de la Eliminatoria a Catar 2022 contar con una selección renovada con la cual trabajar por tres ciclos más. Para ello, ampliamos la base de jugadores evaluando y observando un gran número de futbolistas, lo cual generó en ellos la ambición de ganarse un lugar”.
Desde su punto de vista, para la renovación pretendida fue importante el grupo elegido para asistir al Preolímpico Sub 23 de 2020. “Una generación que representó el empuje para una nueva Bolivia, con la cual se superaron los límites anteriores y se propuso una selección con un modelo de juego ofensivo, que serviría de referencia en adelante”.
De acuerdo con el análisis del venezolano, su cuerpo técnico trabajó para mejorar a los jugadores y motivar la competencia en la liga boliviana. Para ello “aplicamos nuestro método de hacer crecer equipos en corto tiempo, para desde ahí ganar el impulso y trabajar a fondo otros aspectos que llevan más tiempo y requieren del compromiso de todo el sistema”.
Entonces incluyó “un plan de desarrollo de categorías juveniles, con las cuales nos hubiese gustado trabajar mucho más de lo que el entorno y contexto permitió. No obstante, consolidamos algunos avances que están reflejados en este informe y son un apoyo a futuro. Enfocarse en querer ser mundialista día a día es la única forma posible de avanzar”.
La selección mayor
“Construimos un equipo con ambición y carácter ofensivo, dos características indispensables para llegar lejos. Potenciamos la visión de ataque, y mejoramos en el orden táctico, a pesar de los errores cometidos”.
Para Farías, con esa labor Bolivia estuvo “muy cerca de luchar por uno de esos cinco lugares de la clasificación (cuatro directos y un repechaje), lo cual repercutió en un aumento de la autoestima del equipo nacional y su entorno. Logramos romper algunos hitos, otros quedaron en deuda”.
Farías, que terminará su contrato como DT de la Verde a la conclusión de las eliminatorias, dijo que su visión de legado fue “dejar a la selección boliviana mejor de lo que la recibimos y consideramos que hemos cumplido dejando clara la necesidad de trabajar con objetivos a corto plazo, bajo una mirada de largo alcance, que requiere consistencia”.
Algunos datos
En su informe, Farías incluye 31 meses de trabajo al frente de la selección nacional absoluta, la Sub-23, Sub-20 y Sub-17.
Para esas tres competencias utilizó 494 días de trabajo con los jugadores, o sea en concentraciones, competencias y entrenamientos remotos.
Bolivia jugó 34 partidos, Farías y compañía tomaron en cuenta a 123 jugadores e hicieron debutar a 36, de los que más del 60% son de 25 años o menos y cerca de la mitad estuvo antes en selecciones menores.
Entre ese total de futbolistas, considera que hay una base de jugadores para encarar al menos los próximos tres ciclos.
Cita que ocho fueron transferidos a clubes del exterior, aunque dos de ellos: Luis Haquin y Henry Vaca, regresaron esta temporada al fútbol boliviano.
Lo destacado
El análisis del cuerpo técnico de la selección involucra un detalle de cada uno de los partidos que la Verde jugó al mando de Farías tanto en la Copa América de Brasil como en las eliminatorias.
Para cada encuentro tiene un concepto, además de las formaciones que utilizó entonces.
“El desempeño de Bolivia en la Eliminatoria superó las expectativas y dejó sembrada la certeza de poder competir por los objetivos”, es su conclusión”.
Los puntos destacados de la “gestión Farías”, según el entrenador, son:
– Bolivia ocupa el primer lugar de la tabla de goleadores de la Eliminatoria Sudamericana, con Marcelo Martins y sus 10 goles, luego de 28 años de haberlo conseguido.
– La selección ha convertido en 16 fechas de la Eliminatoria 23 goles, misma cantidad que Argentina, y es la mayor cosecha de goles de las últimas siete Eliminatorias.
– Bolivia tiene el tercer mejor porcentaje de tasa de conversión de la Eliminatoria con 16,8 solo superado por Brasil 19,8 y Ecuador con 17,9. No obstante, la selección boliviana es la que más goles convirtió con menos remates.
– Bolivia sumó puntos en Asunción por primera vez en la historia de las clasificatorias.
– También sumó más puntos en menos fechas que en las cinco Eliminatorias anteriores, eso cuando faltaban cuatro jornadas para el final.
– En el Preolímpico Colombia 2020 se logró la mejor actuación histórica para una selección Sub 23 de Bolivia en los últimos 50 años, logrando dos victorias y quedando fuera del cuadrangular final por un polémico gol en el tiempo añadido del último encuentro, ante Perú.
– La selección Sub 23 de Bolivia volvió a ganar dos partidos en un Preolímpico, luego de casi 40 años.
– Se cumplió con la premisa del inicio de ciclo de la necesidad de realizar un cambio generacional que estaría apoyado en el proceso de la selección Sub 23, que disputó el Preolímpico en 2020.
– Se amplió la base de jugadores seleccionables dándole minutos internacionales de juego, lo cual permite que Bolivia tenga jugadores ya encaminados para dos o tres ciclos en adelante.
– La base de jugadores de la Sub 23 que participó en el torneo y otros de la misma categoría que no asistieron tuvieron su proceso de evolución hacia la selección absoluta, además de algunos Sub 20, con lo cual se bajó el promedio de edad.
– En un proceso paulatino de integración se consiguió una cifra récord de debuts en la selección nacional (36), de los cuales más del 60% de los jugadores tiene 25 años o menos. Asimismo, cerca del 50% tiene experiencia de selección en las categorías menores de Bolivia.
– Durante el ciclo 8 jugadores fueron fichados por clubes en el exterior: Luis Haquin, José María Carrasco, Jairo Quinteros, Ramiro Vaca, Erwin Saavedra, Henry Vaca, Carmelo Algarañaz y Franz Gonzáles, mientras que el goleador de la Eliminatoria, Marcelo Martins, cambió de un club en Segunda División a jugar en Primera División
– Bolivia ha sido la selección que ha sacado el mayor rendimiento proporcionalmente cuando analizamos el rendimiento en el marco del valor de la plantilla en el mercado. Lo cual nos hace pensar que ha sido una selección capaz de hacer más con menos, pero el crecimiento de la selección continúa dependiendo de maximizar el potencial, comprendiendo en profundidad el contexto real en que se trabaja.
Bien detallado
La “Memoria del proceso” es un trabajo de 80 páginas que están dedicadas a diversos enfoques y e incluye no solo a la selección mayor sino a las otras categorías.
Uno a uno está analizado también cada partido amistoso que Bolivia disputó en el proceso, igual que los jugados por la Sub-23 y las juveniles.
Se puede acceder a las estadísticas, los balances con conceptos técnicos, las áreas de trabajo como el entrenamiento táctico, las tendencias en ese rubro, la labor física, la preparación física adicional e incluso el rendimiento de los jugadores según el monitoreo con GPS. Además, lo que llama “abordaje psicológico” para mejorar el rendimiento de los futbolistas en ese sentido.
Incluso hace recomendaciones para elevar el rendimiento de la selección boliviana en todas sus categorías: “se requiere de tomar algunas acciones de trabajo dentro del ámbito del equipo nacional y otras que involucran al fútbol del país en su conjunto, en la que deben involucrarse todos los actores para un desarrollo general. Son recomendaciones que la Federación Boliviana de Fútbol podría implementar, con las que no pudimos contar, para favorecer el crecimiento”.
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El informe completo se puede encontrar en el siguiente link:
https://bit.ly/3HKGIaE
https://drive.google.com/file/d/1ezprgDLidp_gO5QIWWmvDcGSFNSBNSJC/view