A sus 17 años, Gerónimo Govea Herrera tiene casi la misma estatura que el “lungo” Carlos Emilio Lampe. El chico, la figura de Bolivia en el Mundial de Catar por sus atajadas, acaba de ser convocado por primera vez a la selección mayor para los partidos amistosos en Asia contra Corea del Sur y Japón.
La ausencia del golero titular Carlos Lampe, quien no viajó, lo mismo que otros tres jugadores de la Academia, por diferencias entre su club y la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), hizo que el técnico Óscar Villegas decidiera incluir en la lista a Govea.
Villegas lo conoce bien, lo eligió para que fuera el titular en el Mundial y acertó. El arquero fue uno de los más destacados en su posición en toda la primera fase de la Copa en Catar.
Tan alto como Lampe
Unas semanas atrás no se sabía nada de Gerónimo Govea Herrera, nacido en Montevideo, Uruguay, el 10 de abril de 2008. Es boliviano por parte de su madre. El trabajo de scouting del cuerpo técnico de la Verde hizo que Villegas y compañía dieran con él.
Su club es el Montevideo Wanderers charrúa, donde está teniendo una importante formación futbolística.
Goza de una estatura de 1.91 metros que para su edad impresiona. Lampe es apenas un centímetro más alto (1.92). Eso sí, la diferencia mayor entre ambos, está en la edad: son 21 años entre los 38 del experimentado guardameta de la Academia y los 17 del joven arquero mundialista.

El impensado salto
Gerónimo Govea no ha debutado aún en primera división. A nivel de selección nacional Sub-17 apenas tiene en su haber los tres partidos oficiales jugados en el Mundial de Catar: frente a Sudáfrica, Italia y el equipo del país anfitrión.
Su llegada a la selección nacional absoluta era impensada. Sus papeles salieron rápido para obtener la visa correspondiente y este martes se incorporó a la concentración de la Verde mayor en Seúl.
No se prevé que juegue alguno de los partidos de la fecha FIFA de noviembre: seguramente el titular será Guillermo Viscarra ante la ausencia de Lampe.
Pero Govea ya está adentro, quizás en un lugar donde ni siquiera soñó estar.















































